Rusia, Tierra de los Zares

 


Este país que es el más extenso del mundo, que es más grande que todo el resto de Europa , es un destino único con una cultura ancestral y un patrimonio histórico excepcional que se encuentra, sobre todo, en sus ciudades.

CLIMA

El clima de Rusia es muy variado: subtropical en el litoral del Mar Negro, fuertemente continental en Siberia del Sur, ártico en el Extremo Norte, marítimo en el litoral del Mar Báltico y templado monzónico en el sur del Extremo Oriente. En el mismo día en el litoral del Mar Negro se abre la temporada de baños y en el litoral del Mar Oriental de Siberia se desencadena una tormenta de nieve. La parte más poblada del territorio de Rusia se encuentra en la zona climática templada. En Moscú, San Petersburgo, en la zona del Anillo de Oro y del río Volga el verano es caluroso y el invierno es suave y nevoso, lo que atrae a los turistas de todo el mundo.

DIFERENCIA HORARIA

La extensión de Rusia de oeste a este es de alrededor de 9 mil kilómetros, y el país cuenta con 11 husos horarios. Cuando los habitantes del Extremo Oriente se despiertan, la gente de Moscú y San Petersburgo se prepara para dormir. En Moscú y San Petersburgo son + 3 GMT. A finales de marzo los relojes pasan al horario de verano (adelantando una hora) y a finales de octubre al horario de invierno (atrasando una hora).

BANCOS Y MONEDA LOCAL

Moneda nacional de Rusia es el rublo. Un rublo equivale a 100 kopeks. Se puede cambiar moneda (dólares, euros) en los bancos o en las oficinas de cambio en las calles, en los hoteles, supermercados, estaciones y aeropuertos.

TRANSPORTE

Los medios principales de comunicación interurbana en el gigantesco territorio de Rusia son el tren y el avión. El viaje de Moscú a San Petersburgo dura 5-7 horas en el tren y una hora en avión, pero el vuelo de Moscú a Kamchatka dura 9 horas. La capital tiene 5 aeropuertos y 9 estaciones ferroviarias. La comunicación entre las ciudades y regiones vecinas se realiza por trenes eléctricos o autobuses interurbanos. En Moscú y otras ciudades grandes existen varios tipos de transporte: metro, autobuses, trolebuses, taxis y taxis colectivos. En Moscú el transporte más popular es el metro, algunas de cuyas estaciones representan verdaderas obras de arte que se puede visitar con excursiones organizadas.

COMO ES RUSIA?

Su territorio tiene una larga historia de acontecimientos, se fue desarrollando desde descendientes de vikingos, grandes zares líderes de imperios, una revolución –de la ahora se celebra el centenario-, un estado comunista y una superpotencia.
Todo esto es lo que ha ido forjando el carácter de sus habitantes y de sus ciudades, en las que se los ostentosos edificios construidos durante el gran Imperio Ruso se mezclan con la sobriedad de la arquitectura comunista.
Esta dicotomía arquitectónica tiene su máxima expresión sobre todo en Moscú y en San Petersburgo. Ambas ciudades son perfectas para una primera toma de contacto con el país. En ellas se mezclan tradición y modernidad de una manera perfecta.


MOSCU

Una ciudad que debemos visitar por lo menos una vez en nuestra vida, una ciudad donde nos maravillaremos con los muros del Kremlin o con las cúpulas doradas de sus iglesias.
Moscú es la ciudad más poblada de Rusia y de Europa, y uno de los centros económicos, comerciales  y financieros más importantes del país. Es una gran ciudad global, con un indiscutible peso político mundial. La primera mención de Moscú se remonta a mediados del siglo XII.
Es una ciudad con parques muy lindos para caminar y con una vida nocturna activa y entretenida. Su tráfico es intenso y las calles no son muy limpias
Sugerimos un mínimo entre 4 y 5 días para visitarla.


Kremlin

A orillas del Moscova, encontramos el Kremlin, sus torres son fácilmente reconocibles. Un paseo por el interior de la ciudadela del Kremlin, por esta antigua fortaleza que en el siglo XII fue el germen de la ciudad que hoy vemos, es una sensación casi indescriptible, la emoción que produce estar en uno de los lugares más llamativos, atractivos y espectaculares del mundo, tantas veces recogido en imágenes por el cine del siglo XX.
La palabra Kremlin significa fortaleza o ciudad fortificada. El Kremlin de Moscú que desde la época soviética se ha transformado y convertido en sinónimo de “Gobierno de Rusia”,  de la misma manera que la Casa Blanca es el gobierno de los Estados Unidos.
El complejo incluye actualmente cuatro palacios y cuatro catedrales, rodeados por la Muralla en la cual se encuentran las torres del Kremlin. La parte este bordea la Plaza Roja.
La actual Muralla fue construida entre los siglos XV y XVI, pero no se trata de la muralla original construida de madera durante la fundación de Moscú allá por el año 1147.
El Kremlin ha sido residencia de Zares y hoy en día tiene dos funciones principales:
1) Albergar el principal museo de Rusia (la Armería del Kremlin)
2) Servir como lugar de trabajo oficial del Presidente, aunque el Presidente no vive dentro del Kremlin.
El Kremlin ocupa un amplio territorio de 27 hectáreas. Una gran parte es accesible para turistas. Básicamente hay dos tipos de entradas independientes:
·         Una para visitar el territorio exterior del Kremlin y la plaza de las catedrales

  

Otra al Museo de la Armería


Vale la pena visitar tanto la plaza de las catedrales como la Armería, cada visita les llevara aproximadamente 2 horas. Las entradas son independientes. Se puede visitar un recinto por la mañana y otro por la tarde
Si no disponen de mucho tiempo pueden visitar únicamente el territorio del Kremlin y las catedrales.
En el Jardín Alexander, frente al muro del Kremlin, se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, otro de los lugares que ver en Moscú.
Se trata de un monumento con una lápida conmemorativa de granito en el cual arde una llama eterna, dedicado a los soldados soviéticos caídos en la Gran Guerra Patria.
Cada hora tiene lugar el cambio de la guardia, un acto que no tiene mucha «chicha» pero que gusta mucho a los turistas.

https://www.kreml.ru/en-Us/museums-moscow-kremlin/


Plaza Roja

Otro de los imprescindibles de la ciudad, dominada por la impresionante Catedral de San Basilio, una catedral de cúpulas multicolores en forma de cebolla.
Recomendamos entrar a la plaza por el Museo Estatal de Historia de Rusia ya que nos permite contemplar como una aparición este magnífico templo ortodoxo.
En la misma plaza se encuentra el Centro Comercial GUM,que data del siglo XIX , donde podrán encontrar las mejores marcas.
Frente al centro comercial, paradójicamente, se encuentra el Mausoleo de Lenin, en el que todavía se conserva el cuerpo momificado del líder, se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Moscú. El Mausoleo se encuentra en la Plaza Roja y la visita es gratuita.

También aquí se encuentra el Museo Estatal de Historia de Rusia que es el museo nacional de historia más grande de Rusia. Fue fundado en 1872 bajo las órdenes del emperador Alejandro II de Rusia. Cuenta con 39 salas distribuidas en dos pisos que representan la historia de Rusia desde los tiempos más antiguos hasta principios del siglo XX.


 

Catedral de Cristo Salvador

Uno de los edificios  en Moscú que bajo ningún concepto podemos dejar de ver es la Catedral de Cristo Salvador. Su edificación duró 44 años y en 1883 se abrió al culto. En 1931 el templo fue destruido con explosivos para dar lugar a la construcción del Palacio de los Sóviets. En la década de 1990 la catedral fue reconstruida y volvió a ser consagrada en el año 2000.

Recomendamos no solo recorrer la planta superior, si no animarse a las pequeñas escaleras que nos llevan a la inferior de una belleza increíble.
Desde el puente que se encuentra frente a la Catedral se obtiene una de las mejores vistas de Moscú.

 

Monumento Pedro I El Grande

Otra de las esculturas más importantes que ver en Moscú es el Monumento a Pedro I El Grande que con sus 98 metros de altura es la octava estatua más alta del mundo.

Fue diseñada por el pintor y escultor georgiano Zurab Tsereteli en 1997 para conmemorar los 300 años de la Armada de Rusia y está construida con 600 toneladas de acero inoxidable, bronce y cobre.

 

Teatro Bolshói

El Teatro Bolshói es uno de los más famosos del planeta, además del más grande de Europa tras La Scala de Milán, por lo que es también uno de los lugares más importantes que ver en Moscú.

Se encuentra muy cerca de la Plaza Roja.

El teatro Bolshoi nació en 1776 como una compañía teatral fundada por el príncipe Piotr Urúsov y el empresario inglés Michael Maddox.

A partir de 1780, la compañía se presentó en el teatro Pretrovsky, construido por Maddox. Sin embargo, un incendio destruyó el edificio en 1805, por lo que tuvo que ser reconstruido. El edificio actual, un maravilloso ejemplo de arquitectura rusa clásica, fue diseñado por el reconocido arquitecto Ósip Bovet en 1825.

En el Bolshoi se estrenaron algunas de las obras de danza clásica más prestigiosas: El Lago de los CisnesLa Bella Durmiente, El Cascanueces, Giselle, Romeo y Julieta y Espartaco, entre otras.

Casi la totalidad de las obras que se representan son de origen ruso y están protagonizadas por la compañía de Ballet y Ópera del Bolshoi.

https://www.bolshoi.ru/en/


 

Calle Tverskaya

Muy cerca del Teatro Bolshói se encuentra la Calle Tverskaya, una de las calles más famosas que ver en Moscú, repleta de lujosas tiendas y restaurantes. En el número 14 se encuentra la tienda gastronómica Eliseevsky, abierta desde 1901 con unos interiores de lujo.

 

Estaciones de metro de Moscú

El metro de la capital rusa es el primero del mundo por densidad de pasajeros y sus estaciones son unos de los lugares imprescindibles que ver en Moscú, ya que son auténticos y bellos palacios.
Tiene 12 líneas identificadas con colores y por números y las estaciones se identifican por nombre.
Circula desde las 06.00 am hasta la 01.00 am.

Se puede comenzar por la visita a la estación Arbatskaya, al principio de la calle Arbat, una de las más bellas de la ciudad. 

En esta estación podéis tomar la línea 3 (Azul), 

La estación Kiyevskaya, la línea 5 (Circular), que es donde se encuentran la mayoría de las estaciones más bonitas que ver en Moscú.


También se destaca la estación Elektrozavódskaya.

Algunas de las estaciones, puestas en orden de recorrido, que no podemos dejar de visitar en Moscú son las siguientes:

Arbatskaya

Kiyevskaya

Novoslobodskaya

Porspekt Mira

Komsomolskaya

Kurskaya

Ploschad Revolyutsii

Park Kultury


En el metro encontraran muchísima policía por lo que es muy seguro, no obstante les recomendamos tener la cartera a la vista.
El nombre de las estaciones aparece en letras cirílicas y latinas por lo que no tendrán problemas para saber dónde bajar, además en la mayoría de los trenes anuncian las estaciones en inglés.

 

Lubianka

 

La antigua sede de la KGB
"Las negras fauces de la Lubianka". Así llamaba el sumo disidente soviético Alexander Solzhenitsin al portón de mármol negro que da acceso a la tétrica sede de la antigua KGB, la policía secreta soviética (que nació como ‘Cheka’ y fue rebautizada FSB tras la caída de la URSS).

La Lubianka es un edificio de engañosa fachada renacentista, amarillenta y equilibrada por fuera, que Stalin convirtió en 'Casa de los Horrores' como gran penal político de la URSS.
Sus calabozos eran el 'purgatorio' de los disidentes del estalinismo, que permanecían recluidos antes de partir al destierro, como el propio Solzhenitsin, que estuvo en la Lubianka en 1945 

 

Moscow City

El centro internacional de negocios es otro de los más populares lugares que ver en Moscú. Se trata de un proyecto ideado en 1992 para crear una zona de negocios y entretenimiento que recuerda mucho a lugares como la City de Londres o La Défence de Paris.

Para tomar la mejor foto de la City deberéis atravesar el Río Moscova por la pasarela que está justo en frente del Evolution Tower, un edificio que se tuerce alrededor de su centro.


 

El monasterio de Donskoy



Siempre ha estado rodeado de leyendas y eventos increíbles. En el verano de 1591, Moscú se alarmó por la inminente invasión del Khan de Crimea. Un día entero en el vado al otro lado del río Moscú hubo una terrible batalla. También hubo un icono milagroso del Don Madre de Dios, que, según la leyenda, también ayudó a los soldados de la Batalla de Kuklikov. Según la antigua leyenda, el Khan de Crimea huyó gracias a la oración ante el icono de Don y la intercesión de la Virgen.

Entonces, en el sitio del campamento ruso, surgió el Monasterio Don. Boris Godunov construyó la catedral principal del monasterio. El milagroso Don Ícono de la Madre de Dios desde entonces ha sido considerado la patrona y la patrona de Moscú. Gracias a la ayuda de la Virgen, Tamerlan y otros invasores huyeron de las murallas de la ciudad. El monasterio tiene una vida maravillosa y tranquila, lejos del ruido de la gran ciudad. Los monasterios de Moscú se llaman monasterios y jardines de flores de erudición. El monasterio de Donskoy es un vívido representante de los monasterios más bellos de Moscú.

Uno de los principales milagros ortodoxos del monasterio se considera un hallazgo sorprendente de las reliquias de San Tikhon, el patriarca de Moscú y toda Rusia.

 

 

SAN PETESBURGO

Doce horas de tren separan Moscú de San Petersburgo, la otra gran ciudad rusa y capital del Imperio durante más de dos siglos. Fundada por el zar Pedro el Grande a principios del siglo XVIII, también se ha llamado Petrogrado (1914-1924) y Leningrado (1924-1991). Pero si por algo llama la atención esta ciudad es por ser la más "occidental" de Rusia. Sus bulevares y grandes jardines recuerdan a otras capitales europeas.



Además de bellos edificios, canales y puentes, las calles de San Petersburgo albergan más de 200 museos donde el Museo del Hermitage es el más importante de todos. Ubicado en seis edificios -entre ellos el Palacio de Invierno de los antiguos zares- a orillas del río Neva, este museo contiene una de las colecciones de arte antiguo más amplias e importantes del mundo.
Otro de los edificios que llama la atención de San Petersburgo es la Catedral del Salvador sobre la Sangre Derramada que recuerda en los colores de sus cúpulas a la moscovita Catedral de San Basilio pero más bella aún si cabe gracias a su ubicación, junto a uno de los canales de la ciudad. Estos canales, por otro lado, fueron construidos sobre el río Neva siguiendo los patrones de los de Ámsterdam. Recorrerlos en una excursión en barco permite conocerlos y disfrutar de la ciudad desde otra perspectiva.
Una ciudad fundada para impresionar, para mostrar al mundo el poder de su reinado, caminar por sus calles es disfrutar de un auténtico derroche de belleza y majestuosidad. Se convocaron a los mejores arquitectos de Europa para construir palacios, plazas y capitales que siguen siendo algunos de los más bellos de Rusia

 

Museo del Hermitage

 


El Museo del Hermitage es una de las visitas imperdibles en San Petersburgo. Es, detrás del Louvre el segundo museo más grande del mundo, y uno de los más famosos. Contiene una de las mayores pinacotecas y colecciones de arte antiguo del planeta, pero, además, está ubicado a lo largo de 6 edificios, entre los que se encuentra el Palacio de Invierno. Esta fue la residencia de los zares hasta la llegada de la Revolución Rusa, así que podrás conocer sus ostentosas salas al mismo tiempo que admiras obras de incalculable valor.
Hay que tener  en cuenta que el Hermitage es enorme, así necesitaran al menos, 4 o 5 horas para visitarlo.
Les recomendamos que compren sus entradas con antelación ya que las colas en el lugar suelen ser bastante largas.

 

Fortaleza de San Pedro y San Pablo


Es la segunda atracción más visitada, tras el Hermitage. Ubicada en una isla a orillas del río Neva, esta fue la ciudadela original y en ella se pueden encontrar la Catedral de San Pedro y San Pablo (en la que se ubican las impresionantes tumbas de algunos de los zares de Rusia y sus familiares), el Museo Estatal de Historia de San Petersburgo y el Museo de la Exploración Espacial. Además de la catedral, pensamos que es imprescindible conocer la antigua cárcel política en la que fueron encarcelados escritores como Gorky o Dostoevsky.

Por cierto, justo al lado está la “playa de San Petersburgo”, un lugar ideal junto al río donde contemplar las puestas de sol.

 


Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

Una Iglesia que compite con la espectacular Catedral de San Basilio en Moscú.



Este es uno de los monumentos más impresionantes que hay que ver en San Petersburgo. Construida sobre el lugar donde asesinaron al zar Alejandro II de Rusia (de ahí recibe su nombre), su exterior de estilo ecléctico, el típico estilo ruso del siglo XVIII.
En sus cúpulas posee una de las mayores colecciones de mosaicos de Europa.
Es curioso saber que una bomba caída durante la II Guerra Mundial cayo en la  cúpula más alta y permaneció 19 años oculta, hasta que unos obreros haciendo una reparación la descubrieron.

 

Catedral de Nuestra Señora de Kazán

La Catedral  de Kazan es un templo ortodoxo, pero con la particularidad de tener una apariencia exterior cristiana. Está consagrada a la Virgen de Kazán, la más venerada de Rusia. Se sitúa junto a la Avenida Nevski, por lo que no deberías dejar pasar la oportunidad de echarle un vistazo a sus columnas y la cúpula central, sus elementos más característicos.

 

Catedral de San Isaac


Esta grandiosa Catedral nos permitirá disfrutar de una de las mejores vistas de San Petersburgo. Está permitido subir a su cúpula, incluso durante las famosas noches blancas.

 

El Campo de Marte y el Jardín de Verano

El Campo de Marte es uno de los grandes pulmones verdes de San Petersburgo y pasear por él en verano es una verdadera delicia. La “Gran Pradera” tiene 9 hectáreas en las que no solo encontraremos zonas verdes, sino también esculturas y la primera llama eterna que se encendió en Rusia.



Muy cerca está el Jardín de Verano, el jardín más antiguo que ver en San Petesburgo. Diseñado por el zar Pedro I con la ayuda de jardineros franceses y arquitectos holandeses, en él tuvieron lugar grandes fiestas y asambleas imperiales. Merece la pena recorrerlo y disfrutar de sus fuentes, esculturas y estanques, sobre todo, en primavera y otoño, cuando la vegetación luce más bonita.


 

Mezquita De San Petersburgo


La mezquita no solo es uno de los lugares más recomendables que ver en San Petersburgo. Ubicada a pocos pasos de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, fue hasta principios del siglo XX la mezquita más grande de Europa con un minarete de los dos que posee que alcanza los 49 metros, y una cúpula de 39 metros de altura.
¡No os perdáis el interior de los iwans o portales porque son una auténtica maravilla!

 

Avenida Nevski

Si hay algo que deben  hacer en San Petersburgo sí o sí es recorrer la Avenida Nevski, la arteria comercial de la ciudad. 



En ella podrás ver el día a día de los habitantes locales y conocer lugares como los Almacenes Yeliseev, donde encontrarás productos gourmet típicos como caviar o vodka en salones que parecen sacados de un palacio. Si sigues recorriéndola, darás con otros lugares de interés como la Iglesia de Santa Catalina o el Palacio Stroganov.

 

Plaza del Palacio

La Plaza del Palacio es a San Petersburgo lo que la Plaza Roja es a Moscú.



Quizás es el punto más monumental de la ciudad y recorrerla de punta a punta es algo que no deben dejar de hacer.
En ella se encuentran el Palacio de Invierno (que ahora forma parte del Museo del Hermitage), el Cuartel del Cuerpo de Guardias, el Edificio del Estado Mayor y la Columna de Alejandro, erigida tras la victoria de Rusia contra las tropas invasoras de Napoleón. La plaza es importante no solo por su belleza estética, sino porque ha sido escenario de acontecimientos tan relevantes como el Domingo Sangriento (1905) o la Revolución de Octubre (1917). Un lugar que hay que visitar tanto de día como de noche.

 

El Crucero Aurora



Uno de los símbolos para visitar en San Petersburgo es el Crucero Aurora, el tercer y último de los tres cruceros de la flota que se destinó a la Guerra Ruso-Japonesa en el océano Pacífico. Su importancia histórica reside en que fue el crucero que dio inicio, con un disparo de su cañón de popa, a la Revolución Rusa con el asalto del Palacio de Invierno. Ha sido restaurado en varias ocasiones, aunque desde 2016 ha vuelto a ser colocado en el corazón de San Petersburgo, en el río Neva. Convertido en museo, los apasionados de la historia disfrutarán de su visita.

Teatro Mariinsky

La mejor manera de cerrar nuestro viaje a San Petesburgo es presenciar una de las obras del Teatro Mariinsky, el más importante de la capital cultural de Rusia. Aunque fue construido en 1860, su historia se remonta a la fundación del Teatro Bolshói por la zarina Catalina II de Rusia. El repertorio de este fue trasladado a Mariinsky en 1886 y en él han tenido lugar algunas de las óperas y ballets más importantes del mundo. Recuerda reservar tus entradas con bastante antelación.

 

Metro de San Petersburgo

Al igual que ocurre en Moscú, algunas de las paradas del subterráneo son verdaderas obras de arte. Las estaciones de la línea 1 (la más antigua) son las más bonitas, pero incluso las estaciones nuevas han sido decoradas con mucho estilo, como las de Mezhdunaródnaia y Bujaréstskaia. Además, el metro de San Petersburgo es el más profundo del mundo y es el sistema de transporte más eficiente de la ciudad, ¡no hay excusa para no conocerlo!



Actualmente el metro tiene cinco líneas, 67 estaciones y un total de 120 kilómetros, aproximadamente, y sigue en expansión. Pasan por sus estaciones más de dos millones de pasajeros diarios.
El metro opera entre las 5:45 y las 00:30, aproximadamente, con una frecuencia de 2 a 3 minutos. Si debes hacer conexión entre líneas, se puede hasta las 00:15.

 

Palacios

Dependiendo del número de días que dispongas para conocer la ciudad, tendrás que decantarte por uno u otro, pero aquí te indicamos los que creemos indispensables en tu viaje:

Palacio de Peterhof



El Versalles de San Petersburgo se encuentra a 26 kilómetros y una hermosa manera de llegar hasta él es en barco desde el mismo centro. Esta fue la residencia de verano del zar Pedro I el Grande y en él podrás encontrar dos enormes parques, 6 majestuosos edificios, 20 fuentes, 2 cascadas y más de 200 bajorrelieves, entre otras muchas joyas. Si tienes que elegir, no dudes en incluirlo entre los imprescindibles que ver en San Peterburgo.


Palacio de Pushkin 



También conocido como el Palacio de Catalina, se ubica a 30 kilómetros de San Petersburgo. Esta fue otra de las residencias de verano de los zares rusos y recibe el nombre de la esposa del zar Pedro I el Grande. Te enamorarán sus imperiales salones, en especial, la famosa Cámara de Ámbar. La actual es una réplica de una sala hecha en el siglo XVIII con 6 toneladas de ámbar, un material 12 veces más caro que el oro. Como curiosidad, la copia costó 11 millones de dólares y requirió 8 toneladas de ámbar.


Palacio de Yusupov



Los Yusupov fueron una de las familias más ricas y famosas de Rusia y en el siglo XVIII construyeron un precioso palacio en el corazón de San Petersburgo. De él destacan el fastuoso salón árabe y un pequeño pero coqueto teatro en el que los nobles de la época se congregaban.

 

 

 

 

 

 

 

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