Canadá, una nación diversa, tolerante, pacífica y acogedora .recorremos el corredor del Este.

 


Datos

El país tiene la línea costera más grande del mundo: 243,000 kilómetros.
La población de Canadá es de 36 millones de habitantes, concentrados a la largo de la frontera con Estados Unidos. Es un país escasamente habitado, con tan solo cuatro personas por kilómetro cuadrado.
Canadá es reconocido como un país diverso que recibe inmigrantes. En 2016, más de 250 etnias fueron registradas por la población canadiense, contribuyendo a una cultura rica y vibrante, además de una variada escena culinaria.
Canadá está compuesto por una monarquía constitucional en la cual los monarcas de sucesion hereditaria británicos, son los soberanos de Canada   y una democracia parlamentaria. Su capital es Ottawa, Ontario.
Educación de buena calidad: Más de la mitad de los canadienses cuenta con una licenciatura, lo que la convierte en la nación más educada del mundo
Canadá es el destino turístico número uno en el mundo, de acuerdo con la revista Travel + Leisure (2017) y Lonely Planet, destacando por sus paisajes naturales, ciudades vibrantes, instituciones culturales y gran espíritu de bienvenida.
Los argentinos necesitamos Visa para viajar a Canadá
La moneda es el dólar canadiense, la equivalencia es 1 U$D = 1,32 CAD


Cuando viajar a Canadá?

Temporada alta (jun-ago.)

·         Luz solar y tiempo cálido; las regiones más septentrionales se deshielan por poco tiempo.

·         El alojamiento sube (30% de media).

·         De diciembre a marzo, alta ocupación y precios elevados en las estaciones de esquí.

Temporada media (mayo, sep. y oct)

·         Los visitantes y los precios disminuyen.

·         Temperaturas frescas pero agradables.

·         Algunos horarios se reducen.

·         Las zonas de follaje otoñal (Cape Breton, Quebec, etc.) siguen concurridas.

Temporada baja (nov-abr)

·         Cierran los puntos de interés fuera de las grandes ciudades y de las estaciones de esquí.

·         Oscuridad y frío.

·         En abril y noviembre los precios son especialmente buenos.


Montreal



Montreal es una ciudad especial. Una ciudad con un carácter mezcla canadiense y norteamericano, pero que ha sabido retener muchos rasgos de la colonización francesa creando un estilo de vida y una estructura urbana que ofrece una fusión con rasgos difíciles de encontrar en otras ciudades del continente.
Una ciudad joven, abierta y cosmopolita, con el francés como lengua oficial, pero oficiosamente bilingüe, con barrios donde la población de habla inglesa es mayoría
Una ciudad geográficamente llamativa, que  se encuentra situada en una isla sobre el río Saint Laurent, que condiciona su extensión y le da cierto toque de ciudad portuaria
Aparte de su condición de isla, la geografía de la ciudad está condicionada también por la colina que domina todo su centro, el Mont Royal, que dio nombre a la ciudad y que hoy es el gran pulmón verde del centro y el mejor lugar para disfrutar de sus vistas.
Montreal en verano: El buen tiempo cambia la ciudad
Pero es imposible hablar de Montreal sin mencionar lo mucho que condiciona el frío la vida de la ciudad. Es una de las ciudades más frías de América del Norte. Los inviernos son largos, oscuros y muy fríos, por lo que es casi imposible hacer vida en el exterior.
Sin embargo, durante la primavera y el verano es una ciudad plena de eventos y festivales.
El principal de ellos es el internacionalmente conocido Festival de Jazz, que se desarrolla entre finales de junio y principios de julio, y que llena de público los espectáculos organizados en teatros y diversas calles de la ciudad.

Vieux Montreal

Una parte histórica que recuerda a Europa


Una de las partes más llamativas de la ciudad es el distrito histórico, conocido como Vieux Montreal (en francés) u Old Montreal (en inglés). Es la zona alrededor de la cual se originó la ciudad moderna y está situada al este de la isla, junto al río y el viejo puerto. Allí podremos encontrarnos con callejuelas peatonales con edificios con fachadas de piedra de un característico color gris.
Esta zona podemos recorrerla a pie perfectamente, no es especialmente extensa y sus calles estrechas hacen que no sea fácil moverse con el coche, y desplazarnos entre edificios representativos como el Ayuntamiento o la Basílica de Notre Dame en un paseo de pocos minutos.

También en la zona podemos acercarnos por el Port Vieux

Que ha perdido su carácter de centro de transporte para convertirse más en un amarre de barcos de recreo y turísticos y ha concentrado en sus alrededores algún pequeño museo y un agradable paseo junto a la orilla del río.

La Rue Sainte Catherine es el eje principal de la ciudad. El Boulevard Saint Laurent la divide en dos partes -Este y Oeste-.
La parte Este de la calle es hoy el eje del barrio gay de la ciudad y se ha convertido en una zona de referencia de ocio. Los banderines de papel colgados de un lado a otro de buena parte de la calle se han convertido en una de sus señas de identidad.
Por su parte, la Sainte Catherine Oeste es la gran referencia del centro urbano de Montreal.


No es una gran Avenida ni alberga altos rascacielos, es una calle bastante estrecha y partir de la zona peatonal de la Place des Arts cuando Sainte Catherine se convierte en la principal referencia comercial de la ciudad, con numerosas tiendas y acceso a algunos grandes almacenes y galerías comerciales.
Por ella podemos acceder también al RESO
La llamada Ciudad Subterránea, una serie de galerías subterráneas de más de 30 kilómetros de longitud con tiendas y establecimientos de hostelería, que nos permiten movernos por el centro de la ciudad los días del frío invierno sin tener que salir a la calle.
En este tramo de Sainte Catherine también encontramos algunos bares y cafés que comparten protagonismo con las tiendas, pero es sobre todo a partir del cruce con la Rue Peel  cuando las tiendas van dejando su protagonismo a bares y restaurantes.
Si seguimos por ella  nos deja al pie del Mont Royal.

El Mont Royal


El Mont Royal es la gran referencia geográfica de la ciudad y el que le dio nombre con su antigua denominación de Mont Real. Sorprende encontrarnos de repente, una colina tan notable en mitad de una ciudad mayoritariamente plana, pero es uno de los puntos con más encanto de la ciudad. La mayor parte del Mont Royal es un parque, aunque en su lado occidental hay espacio también para dos cementerios. El parque ocupa toda la ladera de la subida hasta su punto más alto -la cruza a 233 metros de altura- y cuenta con numerosos caminos y senderos por los que podemos pasear rodeados de bosques y ardillas y, casi siempre, con vistas de la ciudad a lo lejos.
No obstante, el mayor atractivo para los visitantes de la ciudad es subir hasta el mirador del llamado Chalet del Mont Royal


Desde donde se puede ver una completa panorámica desde lo alto del centro de Montreal.

Plateau

Al norte del Mont Royal se encuentra la zona de Plateau Mont-Royal, uno de los barrios más populares de la ciudad. Es un barrio de pequeños edificios y calles tranquilas, si bien con algunas avenidas algo más amplias que lo atraviesan, conocidas por sus cafés, sus tiendas de moda y sus librerías. Es un distrito bastante joven, lo que también facilita que haya algunas zonas conocidas por su vida nocturna y por ser una de las referencias gastronómicas de la ciudad.


Quebec

La ciudad de Quebec, capital de la provincia del mismo nombre, es la imagen de lo que significó la  colonización francesa, así lo muestra su centro histórico con esencia europea. Una ciudad que ha quedado relegada al segundo lugar por Montreal.
Esta está situada a unos 250 kilómetros al noreste de Montreal.
Sin embargo por sus características de ciudad europea que vive totalmente en francés, sigue siendo uno de los principales atractivos turísticos de Canadá.
Una cosa importante a tener en cuenta cuando visitamos Quebec es que la mayoría de sus habitantes solo domina el francés. Por supuesto que en las zonas turísticas no tendrán problema para comunicarse en inglés.
El clima en la ciudad de Quebec es una de los más fríos de Canadá. Se dice que cuando en Montreal ya ha llegado la primavera -que. por cierto, es bastante tarde-, en Quebec aún queda casi un mes de invierno. Pasar por ella en la época más fría requiere valor para soportar muy bajas temperaturas, pero también ofrece algunos premios a cambio, como la posibilidad de disfrutar del hotel de hielo o el carnaval.

La influencia francesa queda patente, sobre todo, en la arquitectura de la ciudad vieja, el Vieux Quebec, declarada Patrimonio de la Humanidad, con su casco histórico de casas bajas de piedra y calles estrechas.

Vieux Quebec

La zona más interesante para recorrer en la ciudad. Esta zona ubicada sobre una colina que domina el centro de Quebec y que regala unas hermosas vistas de rio Saint Lawrence desde la ciudad alta llamada Haute Ville

Su zona histórica- con edificios bajos, algunos de ellos de la típica piedra gris oscura de la región y con tejados en pico- nos llevará una buena parte de la visita y nos llamará la atención por su carácter único en Canadá.
Sin embargo, si hay un edificio que destaca sobre todos los demás del centro histórico y se he convertido en el emblema de lo que ver en es el llamado Chateau Frontenac, un hotel famoso por su torreón central mayor y sus torreones laterales de forma circular y con tejados en pico.

 

A pesar de que este edificio no es ni remotamente de los más antiguos de la ciudad (es de finales del siglo XIX), su ubicación frente a la parte más visible de la colina desde la orilla del río Saint Laurent, lo ha convertido en un icono de la ciudad.

Los edificios de interés del Vieux Quebec están concentrados en una escasa distancia. El Ayuntamiento, la basílica de Notre Dame de Quebec, la Asamblea Nacional de Quebec y la antigua ciudadela están situados bastante cerca, por lo que lo mejor para movernos por la zona es caminar por entre las calles pequeñas del barrio. Todo ello está situado dentro del recinto de las murallas de la ciudad de Quebec, la única ciudad fortificada que existe en todo Estados Unidos y Canadá.

Para acceder al Vieux Quebec tenemos una serie de calles cortas, pero muy empinadas que suben desde la zona de la Ciudad Baja y el Puerto, aunque si queremos acortar camino o llegar de una forma más pintoresca podemos tomar las escaleras de Casse-Cou (literalmente, en español, «Rompecuellos»)


Si quieren hacerlo en forma más cómoda les recomendamos subirse a el pequeño funicular.

El río Saint Laurent y el Bajo Quebec


El río Saint Laurent es fundamental a la hora de hablar de la ciudad de Quebec. Pero lo más bonito, sin duda, es disfrutar de las vistas de la ciudad de Quebec desde el río Saint Laurent o desde la ciudad de Levis, en la orilla sur del Saint Laurent. Si tenemos tiempo, una de las mejores opciones para disfrutar de la vista del casco histórico del Vieux Quebec desde el río es tomar algún crucero turístico, aunque también podemos hacerlo de forma mucho más barata tomando el ferry de transporte público que hace el recorrido desde el puerto de Quebec hasta Levis en pocos minutos.

La Basse Ville o ciudad Baja, Con calles llenas de negocios, bares y resto.
Recomendamos una caminata por sus tranquilas calles

Si tenemos algo más de tiempo, sería bueno que nos desplazáramos a las cercanas Cataratas Montmorency -a unos 15 kilómetros al noreste de la ciudad siguiendo la desembocadura del río Saint Laurent-, que tienen fama de ser más altas que las Cataratas del Niágara. Además, en las proximidades tenemos la iglesia de Sainte Anne de Beaupré, famosa por estar considerada una basílica milagrosa que recibe a miles de peregrinos todos los años.


 

Ottawa


La  capital de Canadá,  una ciudad cosmopolita en la que cada estación del año ofrece distintas maneras de disfrutarla.
Cuenta con amplios espacios verdes que se convierten en centros de actividades físicas en los meses más cálidos, más de 600 kilómetros de senderos panorámicos para andar en bicicleta y la vía fluvial del Canal Rideau que se transforma en la pista de patinaje sobre hielo más grande del mundo cuando se congela en el invierno


Una ciudad para quien busca historia y cultura, ya que alberga varios museos nacionales en los cuales los visitantes pueden admirar algunas de las mejores obras de arte en el mundo, aprender acerca de la historia militar de Canadá, de la comunidad indígena e incluso conocer las aportaciones de esta joven nación al mundo de la aviación.
Ottawa también es una ciudad adaptada a los peatones, en la que algunas de las mejores atracciones culturales del país se encuentran a solo 20 minutos a pie, o menos, desde cualquier hotel del centro de la ciudad.
La Colina del Parlamento es la sede del gobierno nacional de Canadá

y el escenario de las celebraciones nacionales durante todo el año. Todas las mañanas durante los meses de verano se realiza la ceremonia del cambio de guardia en el prado de enfrente de la Colina del Parlamento; por la noche se invita nuevamente al público a admirar el impresionante espectáculo de Luz y Sonido: efectos de iluminación espectaculares y deslumbrantes imágenes gigantescas proyectadas, con texto y música, sobre los edificios del parlamento. 

A pocos metros del Parlamento encontramos By Ward Market que  es un centro de puestos agrícolas al aire libre y de tiendas de comida especializadas en productos de la región. También podemos encontrar un poco de arte callejero en el sitio, pero fundamentalmente es un centro para comprar.


El Canal Rideau, un sitio declarado patrimonio mundial de la humanidad por UNESCO, es una vía fluvial  histórica que desde la primavera hasta el otoño se llena de embarcaciones de recreo y, en el invierno, se convierte en la pista de hielo natural más grande del mundo. Este canal atraviesa el centro de la ciudad de Ottawa antes de conectarse con el Río Ottawa mediante esclusas escalonadas justo al lado de la Colina del Parlamento. Es un lugar encantador para salir a dar un paseo en cualquier temporada del año.

 


Es una ciudad con una floreciente comunidad de chefs y restaurantes que están adquiriendo fama tanto a nivel nacional como internacional. El ambiente gastronómico de Ottawa ofrece algo para todos, desde la alta cocina hasta los bares informales y una diversidad de opciones culinarias. Es uno de los destinos en Ontario designado para el turismo culinario.


Si lo que busca es la aventura al aire libre, también la encontrará aquí. En el verano, la región de Ottawa es uno de los principales destinos del mundo para practicar el rafting. Ahí también se encuentra la torre más alta para hacer puentismo (salto con cuerda elástica) de Norteamérica, con una altura de 61 m (200 pies) que hace temblar las rodillas. En el invierno, puede hacer esquí alpino en varias montañas que se encuentran a 40 minutos, o menos, en coche desde el centro de la ciudad de Ottawa; en el expansivo Parque Gatineau, encontrará una amplia red de pistas para esquiar a campo traviesa y andar con raquetas de nieve en el invierno y panorámicos lugares para hacer senderismo en el verano.


 

Lago Ontario

El lago Ontario es uno de los 5 Grandes Lagos –junto con Huron, Michigan, Superior, Erie-  que hacen frontera entre Canadá y Estados Unidos. Esta vasta extensión de agua de Los Grandes Lagos es la mayor fuente de agua dulce de la Tierra. No en vano, todos ellos suponen una quinta parte de toda el agua dulce del mundo. En todo el territorio que ocupan hay infinidad de islas de todos los tamaños, fauna y vegetación. Una de las mejores maneras para conocer el lago Ontario es hacer un crucero, una de las paradas obligadas en todo viaje por el este del país.
En el trayecto que une Toronto con Montreal se encuentra, la Región de las Mil Islas.
Un archipiélago de 1864 islas situadas en el curso superior del río San Lorenzo. Al estar situada en la frontera entre Estados Unidos y Canadá tienen una eterna disputa sobre la propiedad de algunas islas entre ambos países.
Ocupa una extensión de 9 km². Algunas de las islas son realmente grandes. Otras, en cambio, apenas tienen sitio para levantar una casa y su correspondiente bandera.
Es una zona con gran biodiversidad, con una rica flora y fauna. Algunas de sus islas están pobladas por frondosos bosques que albergan especies amenazadas de gran valor ecológico. Las más relevantes son el águila calva, búhos de orejas cortas y la tortuga stinkpot.


Si tienen tiempo se puede aprovechar para hacer algunas de las caminatas de la zona. La más accesible es el Gananoque Trail, de 12 km y accesible en bicicleta.
La manera lógica de conocerlo es realizando un Crucero por el Río San Lorenzo ya que es la mejor forma de disfrutar sus vistas.
Hay 3 empresas que organizan cruceros desde 3 localidades diferentes del lado canadiense.

1000 Islands Cruise, con base en la ciudad de Kingston. Es la ciudad de más fácil acceso si no disponéis de vehículo privado y tiene cruceros de 90 minutos y 3 horas. Lo malo es que al estar más lejos de la desembocadura del río San Lorenzo no llega hasta las islas más pequeñas y pintorescas.

Rockport Cruise. Ubicada en la localidad de Rockport y tiene también interesantes cruceros por las islas más conocidas y con las mejores mansiones. También ofrece la posibilidad el el Castillo de Boldt QUE fue fruto de un capricho de un multimillonario que ya poseía el famoso Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. Se lo estaba construyendo a su esposa Louise pero cuando ella falleció en 1904 pararon la construcción y él jamás volvió a la isla.

1000 Islandés Cruses – Gananoque Boat Line. Situado en la localidad de Gananoque. Ofrece varias alternativas. Lo mejor es hacerlo al atardecer y recomendaríamos el de 2,5 horas, ya que el de 1 hora se queda muy corto y no llega a las islas más bonitas.
El lago tiene una profundidad que ronda los 30 metros aproximadamente. Por lo que aconsejamos que  a la hora de planificar la visita estén atentos a  la meteorología porque este recorrido con mal tiempo puede cambiar totalmente la percepción del mismo.

Una buena forma de complementar el día de la excursión a las Mil Islas es visitando Upper Canadá Village

Se trata de una especie de parque temático donde se recrea la vida de los habitantes de un pueblo del siglo XIX. Cuenta con 40 edificios que se construyeron para protegerse de las inundaciones  producidas durante la construcción del Canal San Lorenzo en los años 1950.


Hay varias actuaciones pero también es importante conocer los horarios y planificar bien las visitas porque el Parque cierra temprano (sobre las 16:00 o las 17:00 aproximadamente). Se pueden ver las tiendas de la época, desde las queserías hasta la serrería, la vida en un molino o la panadería. Además, son bastante proactivos y van mejorando las actuaciones cada año por lo que os recomendamos visitar las novedades en la web de Upper Canadá Village. La zona es muy bonita, con mucho verde, patos en muchos sitios y varios campos de golf.

 

Toronto

Es una ciudad multicultural por excelencia. La leyenda urbana indica que más de la mitad de sus residentes no han nacido en Canadá y gran parte de la ciudad está formada por un conglomerado de barrios residenciales en los que se han establecido las diferentes comunidades, con sus correspondientes negocios, restaurantes y formas de vida.


En pocos kilómetros podemos recorrer del barrio griego al portugués, pasando por Chinatown, Little Italy o el barrio coreano. 
Toronto es un pequeño mundo en sí misma que nos ofrece una gran riqueza cultural, idiomática y gastronómica en una sola ciudad.


 






Aunque no es la capital, es la ciudad más importante de Canadá, tanto por la cantidad de población como por ser el centro económico y financiero.

Es una ciudad donde si bien viven alrededor de tres millones de personas y si tenemos en cuenta su área metropolitana duplica esa cantidad.

Su situación geográfica, a orillas del Lago Ontario, le da una imagen de ciudad volcada al agua.
Posee un clima de inviernos muy fríos y veranos sorpresivamente calurosos y húmedos.
Es una ciudad de oportunidades laborales vida animada y una gran movida cultural, las grandes distancias y la carestía de vida son dos de sus mayores desventajas.
La ciudad de Toronto es muy parecida en su desarrollo al prototipo de ciudad norteamericana con un un centro comercial y de negocios –Downtown– de extensión limitada, copado de rascacielos y grandes edificios de estética moderna y fachadas acristaladas.


El Downtown tiene la Yonge Street como arteria principal que lo atraviesa de norte a sur.


Yonge Street es la calle más célebre de Toronto.
Atraviesa la ciudad de sur a norte y es el punto de referencia del Downtown.
En su parte sur recorre la zona de negocios para, sin solución de continuidad, convertirse en el eje comercial principal de la ciudad y albergar el gigantesco centro comercial Eaton Centre y abrirse a la ciudad en Dundas Square, una de las imágenes por excelencia de Toronto.


Prolonga su recorrido hacia el norte, atravesando el barrio gay y marca el punto final del Downtown en su cruce con Bloor Street, en la elitista zona del Annex.

A su alrededor, kilómetros y kilómetros de zonas residenciales, pequeños barrios tranquilos con algunas avenidas principales en torno a las que se agrupan pequeñas calles de casas bajas -muchas de ellas viviendas unifamiliares con su porche y su jardín- y vida muy tranquila



También en el Downtown nos encontramos con el Entertainment District 
La zona por excelencia de teatros, salas de conciertos y restaurantes del centro- y los principales clubes nocturnos de la ciudad en King Street, los más elegantes, y en Queen Street, donde comparten espacio los locales más alternativos y muchos pubs tradicionales.
Allí se sitúan también los dos principales recintos deportivos de la ciudad: el Air Canadá Centre, sede de los equipos profesionales de hockey sobre hielo -Maple Leafs- y baloncesto -Raptors- y el Rogers Centre, donde juegan los equipos de béisbol -Blue Jays- y fútbol canadiense -Argonauts-; así como el mirador de la CN Tower, posiblemente el principal emblema del paisaje de la ciudad.

 


El propio skyline de la ciudad es especialmente bonito para los amantes de los edificios modernos y desde muchas zonas de la ciudad se pueden contemplar vistas fantásticas del centro. La opción de la CN Tower es la mejor para ver Toronto desde las alturas, pero las vistas del centro de la ciudad desde la base de la torre o Waterfront son también estéticamente bellas, así como las que se disfrutan desde algunas zonas verdes como las islas del Lago Ontario o el parque de Riverdale.

La orilla del lago Ontario más cercana al Downtown también nos ofrece lugares muy agradables para pasear. En ella podremos tomar también los barcos a las islas del lago o disfrutar de alguna de las actividades culturales que se organizan en ella. A medida que nos alejamos del centro, podremos disfrutar incluso de playas como las de Wood biné.


Las Toronto Islands merecen una mención aparte, ya que son todo un remanso de tranquilidad y paz frente a la agitación del centro de la ciudad.


Están situadas frente al centro de la ciudad y se llega a ellas en unos pequeños barcos de línea con bastante frecuencia de salidas. Son, básicamente, un parque urbano con algunas escasas casas -y un pequeño aeropuerto regional en uno de los extremos-. Ofrecen fantásticas posibilidades para hacer picnic o dar un pequeño paseo en un entorno verde y relajado.


Cataratas del Niágara

Están situadas en la conjunción del Rio Niagara (que en realidad no es un rio ya que solo comunica los lagos Erie y Ontario).Esta es la demarcación de la frontera entre Canadá y Estados Unidos
Las vistas desde Canadá son más frontales y directas, tanto de las cascadas medianas del lado americano como de la gran cascada con forma de herradura. Además, la zona de paseo que transcurre en el borde del río Niágara es muy amplia, está pavimentada y es más cómoda para personas con problemas de movilidad.
En realidad, tenemos que hablar de dos grandes cataratas en la zona, separadas por una pequeña isla: las más espectaculares Horseshoe Falls y las American Falls. Las Horseshoe Falls es la mayor de las dos. Recibe ese nombre por su forma de herradura. Tiene 670 metros de anchura y el agua cae desde una altura de 53 metros.

Dada la división fronteriza, la mayor parte de ellas está situadas en territorio canadiense, aunque se ve bien desde el lado estadounidense. Por su parte, las American Falls son algo más pequeñas y están situadas totalmente en el lado estadounidense, lo que paradójicamente hace que se puedan ver mejor desde Canadá.
Alrededor de la orilla canadiense se ha creado un complejo de hoteles, casinos y lugares de ocio familiar enfocado al público turístico; mientras que en la orilla estadounidense hay una zona de parque y algunos comercios turísticos.
Una de las atracciones más interesantes de la zona es el barco Voyage to the Falls (antiguo Maid of the Mist canadiense) que navega en la temporada de verano y que te permite llegar lo más cerca posible de las cataratas. Cuesta unos 20 dólares y es una experiencia que merece mucho la pena.


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