CAPITALES BALTICAS...UN RECORRIDO PARA DISFRUTAR!
Un destino para disfrutar cada rincón, de su gastronomía y de sus bellezas que no son pocas.
Un destino que por proximidad puede combinarse con destinos como Polonia, Rusia o Finlandia con gran facilidad. También es fácilmente combinable con los países nórdicos, aunque este es un destino bastante más caro.
Culturalmente y lingüísticamente, solo Letonia y Lituania se consideran pueblos «bálticos», ya que los estonios poseen mucha mayor afinidad con el pueblo finlandés, y de hecho hablan un idioma próximo al finés, mientras que en los otros se hablan las denominadas lenguas bálticas (lituano y letón en la actualidad.
Vilnius
La Capital de Lituania, Vilnius presenta un ambiente distendido y bohemio
Una ciudad donde abundan pubs,
restaurantes, cafés modernos y vanguardistas y una vida cultural intensa, ha
logrado un gran cambio desde su independencia de Rusia, pero con respeto por
las tradiciones y raíces, lo que ha creado una curiosa mezcla.
El casco antiguo está
declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco siendo
el centro histórico barroco más grande de Europa del Este.
Es imposible no caer rendido ante
la belleza de sus fachadas, sus calles de adoquines, el ambiente que se respira
y sus numerosos cafés y restaurantes con terrazas, con un gran número de
parques y espacios verdes. Una ciudad ideal para recorrerla caminando.
Historia
de Vilnius
Es importante conocer un poco los
antecedentes históricos de Vilnius, para comprender la mezcla cultural,
religiosa y artística que se ve en la ciudad, conviven en armonía ortodoxos,
católicos, ateos y los pocos judíos que aún quedan, además de ser una ciudad de
artesanos, artistas y bohemios.
Si bien las cartas
manuscritas del gran duque Gediminas ya
atestiguan la existencia de Vilna en 1323, los restos arqueológicos han
permitido constatar la presencia de tribus bálticas -como fundadores del
asentamiento- y eslavas mucho antes, e incluso germánicas y judías a partir del
siglo XI
En el Siglo XVI bajo el reinado
de Segismundo II de Polonia,Vilnius fue la capital del Gran Ducado de
Lituania y alcanzó su máximo esplendor
Ciudad abierta al comercio y a la
cultura, acogió a polacos, judíos, ucranianos, rusos y alemanes entre otros.
Esta variedad de nacionalidades aportó una gran riqueza económica y cultural,
hasta fue conquistada por los rusos en 1655, lo que significó saqueos,
masacres y el éxodo de la población.
Vilnius volvió a Polonia y con la
tercera partición de Polonia en el siglo XVIII, volvió a manos de Rusia. La
ciudad fue invadida por Napoleón en su camino hacia Moscú. Invadida por los
alemanes en la Primera Guerra Mundial, tras esta, cayó en manos de los
bolcheviques. En 1920 se proclama la independencia de Lituania, y Vilna
proclama su anexión a Polonia, lo que provocó una ruptura de relaciones entre
Polonia y el resto de Lituania.
Creció muchísimo gracias a la
inversión judía y polaca, convirtiéndose en la quinta ciudad polaca en
importancia económica y en número de habitantes judíos.
La diferencia entre Vilna y el
resto de Lituania era tan grande, que comenzaron las protestas por todo el
país. El gobierno de Lituania decidió pactar con el ejército rojo, que invadió
la región, obligando a Vilna a anexionarse a Lituania. El ejército rojo rompió
el pacto e invadió finalmente toda Lituania.
En su afán por llegar a Moscú,
los nazis invadieron Lituania, con los alemanes en el país comenzaron las
deportaciones y asesinatos de miles de judíos. La policía de seguridad lituana
y otros sectores fascistas y antisemitas se unieron a las SS y a sus trabajos
de liquidación, ya que consideraban a los judíos culpables del crecimiento
económico de Vilna y empobrecimiento del resto del país. En cambio otra parte
de la población, hizo lo posible por salvarlos de la masacre. Se calcula
que fueron asesinados unos 70.000 judíos solo en la ciudad de Vilna.
Tras la Segunda Guerra Mundial,
los polacos fueron repatriados a Polonia y no fue hasta 1991, cuando se
proclamó la independencia de Lituania.
Que ver en Vilnius – Turismo en la ciudad
En nuestro camino llama la atención un extraño azulejo donde está escrita la palabra “stebuklas” (milagro).Este azulejo es en homenaje a la cadena humana organizada de forma pacífica en 1989 entre Tallin y Vilna, para protestar por la ocupación soviética en Lituania. Siete meses después Lituania conseguía su independencia y el azulejo sirve de recuerdo. La tradición nos indica que para obtener suerte hay que girar alrededor en dirección contraria a las horas del reloj y pedir un deseo.
Detrás está el Palacio de los Grandes Duques
de Lituania y su lado la estatua del Gran
Duque Gediminas, gobernante medieval del Gran Ducado de Lituania, al
que se le atribuyen entre otras cosas la fundación de Vilnius. A unos pasos
hacia el norte con dirección al río el Museo Nacional de Lituania es
un compendio histórico de la cronología de la región lituana, especialmente del
Gran Ducado.
Al lado de la Universidad se encuentra la avenida Pilies,sus cafés, tiendas y restaurantes son parada en los paseos habituales que van desde la catedral hacia la Puerta del Amanecer, la única de las varias puertas de acceso que conformaban la muralla.
Haciendo de enlace entre el área de la universidad y el barrio de Uzupis está una de las calles más famosas de Vilnius, Literatu (Literatų gatvė).
Se piensa que Literatai
recibe en honor al poeta Adam Mickiewicz que vivió aquí. Tres placas en
lituano, ruso y polaco indican la casa en cuestión. En 2008 un grupo de
artistas emprendió un proyecto de recuperación decorándola con menciones
literarias en sus muros.
Užupis significa en lituano
“el otro lado del río”, en este caso del río Vilnia que separa algunos barrios
de la ciudad.
Este barrio es muy especial, el 1°de Abril de 1997 Užupis se declaró república independiente, con su propia constitución, bandera, ejército (que nunca ha pasado de veinte personas y con carácter simbólico), himno y presidente, como una irónica forma de protesta.
La constitución tiene como principal lema que “Las personas tienen derecho a no tener derechos” y si repasamos algunos de los derechos podemos captar el sentido de esta “micro nación”. Algunos de sus más de 40 artículos de la constitución van desde lo reivindicativo “Todos tienen derecho a agua caliente, a la calefacción en el invierno y a un tejado” a lo histriónico: “Todos tienen derecho a ser perezosos y a no hacer nada”, “Un perro tiene derecho a ser un perro”, y donde se conjugan la defensa de los animales, el derecho a morir dignamente o al de tener libertades en el sentido más amplio.
Si salimos del centro histórico la avenida Gedimino Prospektas nos conduce a una sucesión de parques, hasta llegar a Vilniaus gatve, donde está la curiosa escultura de Lucky belly, que dicen los lugareños que da suerte tocar la barriga que asoma de la pared. En esta calle hay varios restaurantes y cafeterías.
Aunque parezca cuando menos extraño que el músico y guitarrista Frank Zappa tenga una escultura en Vilnius, todo se entiende como un homenaje a uno de los padres de la música moderna.
Otra visita interesante es el Museo de las víctimas del genocidio (KGB), ubicado en la sede de la Gestapo durante la ocupación nazi de Lituania en 1941, y que más tarde fue reocupado por la Policía Secreta soviética, la KGB hasta 1991 y la independencia de Lituania. Aquí se llevaron a cabo detenciones, interrogatorios, torturas y órdenes de deportación de lituanos a Siberia.
Vilnius se convirtió en un gueto judío durante la ocupación del ejército nazi en la segunda guerra mundial. En realidad había dos, el Pequeño Gueto donde se concentraba a los judíos que se llevaron al campo de exterminio de Paneriai, y el Gran Gueto donde vivían los judíos dedicados a los trabajos forzados. En varios lugares como la calle Rudininku gatve podemos ver placas que honrar su persecución. La Sinagoga Coral es la única que sobrevivió la barbarie y hoy sigue en funcionamiento.
Si aún nos quedara tiempo podemos recorrer rincones donde los habitantes de Vilnius se mueven ajenos a los viajeros. Uno de ellos es el mercado cubierto de Hales, en el interior de un hermoso edificio histórico, inaugurado en 1906, y donde sus vendedores nos enseñarán sus productos típicos como la carne ahumada, el pescado fresco llegado de la costa báltica y verduras fresquísimas. Y otro de esos mercados donde podemos profundizar en los productos lituanos es el de Tymo Turgus, cerca de la República de Uzupis.
Qué hacer en Vilnius – Actividades
-Las colinas que envuelven Vilnius funcionan como miradores que nos proporcionan vistas panorámicas de la ciudad.Uno muy cercano al centro es el de la torre de Gediminas, domina la ciudad justo por encima de la Plaza de la Catedral. La torre es lo único que queda de uno de los castillos defensivos de Vilnius.
Las vistas desde las Tres Cruces al atardecer son memorables, más si coinciden con el vuelo de los globos aerostáticos que es una de las actividades preferidas en las afueras de Vilnius.
Una ruta algo más alternativa nos conduce a la parte norte de Vilnius, al barrio de Šnipiškės donde se conservan buenos ejemplos de cómo era la arquitectura de madera de Vilnius de los siglos XIX-XX.
Otros tours a realizar en Lituania
Colina de Las Cruces
El sentido original de las cruces no solamente es católico sino también pagano. Las primeras cruces se colocaron durante el siglo XIV y muchos mitos todavía circulan para intentar darle explicación a su origen. A partir de las primeras cruces, durante las guerras o épocas en las que el pueblo estaba oprimido, las cruces volvían a brotar como símbolo de fe y esperanza.
En época soviética las cruces simbolizaban la resistencia lituana. Por ello, en la primavera de 1961, el gobierno decidió terminar con la Colina de las Cruces de una vez por todas. Pasaron bulldozers por encima y las destruyeron... pero no ayudó: nuevas cruces aparecían durante la noche, al principio pequeñas, pero gradualmente mayores y mayores aún.
Estalló una verdadera guerra de cruces y continuaron los intentos de devastar la colina. Los bulldozer siguieron interviniendo durante diez años. Hubo incluso un proyecto de anegar el lugar. Pero todo fue en vano, noche tras noche volvían las cruces y, en 1985, la Colina fue dejada en paz.
Aunque se trata de una tradición muy antigua, sin embargo, muy pocas, o posiblemente ninguna de las cruces que se encuentran en la actualidad son anteriores a 1985.
Hoy en día hay más de 50.000 cruces, imágenes, cuadros de santos, y mástiles con estatuillas, muchos adornados con numerosos rosarios. La colina está decorada con bellísimas cruces ornamentadas. Cada cruz tiene su propia historia, pero la historia importante es la de todas.
Castillo
de Trakai
El Castillo de Trakai está situado en la localidad homónima, a unos 30km de Vilna.
Se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Lituania. Símbolo histórico de la Edad Media del Ducado de Lituania, la fotogénica silueta y postal que ofrece el castillo de Trakai con las aguas de los lagos Galvė y Lukos a su alrededor, ha hecho una publicidad maestra para que el turismo acuda aquí.
Comer en Vilnius, la capital de Lituania es una de esas experiencias, mucho más variada de lo que podíamos imaginar.
Pero, ¿cuáles son esos platos tradicionales que se pueden comer en Vilnius?
§ Cepelinai – Se trata de una pequeñas empanadas de espesa masa hecha de papa y que van rellenas de queso, carne u hongos. Es el símbolo de la comida lituana.
§ Kugelis – Este plato está importado de la cocina alemana, y consiste en papas y zanahorias ralladas asadas al horno y con crema agria por encima.
§ Koldünai – Son ravioles rellenos de carne u hongos.
§ Saltibarsciai – Es una sopa fría de remolacha que se come mucho en verano, y que se sirve con papas hervidas con un aliño de eneldo y crema agria.
§ Kepta duona – Pues esto es algo tan sencillo como pan negro (el más usado en todo el país) con mucho ajo y fritos en abundante aceite
§ Siupinys – Careta, rabo y manos de cerdo estofados con habas
§ Lietuviskos salotos – Ni más ni menos que la versión lituana de la ensalada rusa
Riga
De hecho, tras severas y hermosas reconstrucciones, Riga brilla con luz propia hasta el punto de ser una escapada imprescindible entre los que buscan algo diferente en el viejo continente.
Su historia.
Los orígenes de Riga se remontan a los primeros años de la Edad Media, cuando el puerto natural que hay en la desembocadura del río Daugava comenzó a ser usado por los vikingos que navegaban hacia Bizancio, aunque la fundación oficial de la ciudad, por el obispo alemán Albert von Buxhoevden, se produjo en 1201.
A pesar de la muerte del obispo en 1229, la ciudad siguió bajo influencia germana, hasta tal punto que en 1282 pasó a formar parte de la Liga Hanseática. Gracias a su entrada en esta famosa ruta comercial, Riga vivió varios siglos de estabilidad económica y política.
Entre 1621 y 1710 Riga estuvo bajo dominio sueco y llegó a ser la ciudad más grande del reino.
En 1710, durante la Gran Guerra del Norte y el gobierno del zar Pedro el Grande, pasó a manos rusas.
Riga creció en los años siguientes y llegó a ser la tercera ciudad más grande del Imperio Ruso, después de Moscú y San Petersburgo.
En la segunda mitad del siglo XIX se despertó el sentimiento nacionalista letón y en 1873 se celebró el primer festival nacional de la canción.
En 1918, acabada la I Guerra Mundial, Letonia declaró su independencia, pero años más tarde, durante la II Guerra Mundial, fue ocupada primero por los soviéticos, después por los nazis y, finalmente, quedó anexada a la Unión Soviética.
En 1991, Letonia recuperó su independencia.
Riga es la ciudad con mayor número de habitantes de los países bálticos pero el turismo no está ni de lejos tan masificado como por ejemplo en Tallin, donde es frecuente ver enormes grupos de turistas procedentes de los famosos cruceros por el báltico
Letonia es el país báltico con mayor cantidad de población rusa, y Riga no es la excepción. Si bien hace más de treinta años que el país logro su independencia todavía existen numerosas huellas de su pasado soviético. Si bien es cierto que hoy en día letones y rusos conviven pacíficamente, aún mantienen las distancias en muchos aspectos de la vida cotidiana.
IMPERDIBLES DE RIGA
Museo de la Ocupación de Letonia
La casa de los Cabezas Negras
Si hay una imagen icónica en Riga es La Casa de los Cabezas Negras, el lugar más icónico de Riga, cuando quieras comprar para regalar un imán o recuerdos de la ciudad te encontraras con su imagen. A su lado se encuentra la casa Schwab
Este par de edificios se construyeron en 1999, ya que los originales fueron destruidos durante los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente los soviéticos los demolieron por completo. No fue hasta que Letonia consiguió su independencia cuando se pusieron en marcha los planes para reconstruirlos.
La Hermandad de los Cabezas Negras constituía una de las asociaciones de mercaderes y comerciantes más importantes de la antigua región de Livonia (hoy Estonia y Letonia). Tuvo sus inicios en el siglo XIV, y todos sus integrantes eran solteros. El nombre hace referencia San Mauricio, patrón del gremio y a menudo representado con la cabeza negra y un turbante a lo árabe. Los Cabezas Negras establecieron su sede en Riga en este edificio, hasta que fueron disueltos en la Segunda Guerra Mundial.
La catedral de Riga
En la catedral está presente una mezcla de varios estilos, como el románico, el gótico y el barroco. Sin embargo, gran parte de la decoración se perdió durante la Reforma, por lo que hoy en día el interior es bastante austero, especialmente comparado con otras catedrales europeas. Con la visita también se puede acceder al claustro de la catedral.
El canal de Riga (Pilsētas Kanāls) discurre lentamente por el centro del parque Bastejklana, rodeando todo el casco histórico de la ciudad. En el siglo XIX, el emperador Alejandro II de Rusia ordenó demoler las antiguas murallas de la ciudad y construir un canal en su lugar. De este modo, podría servir para el transporte de mercancías y además se utilizado como depósito en caso de incendio.El canal tiene más de 3 km de largo y tiene su punto de partida junto al Mercado Central. A lo largo de su recorrido es atravesado por 16 puentes y puedes realizar una excursión en barca por el mismo.
Los Tres Hermanos de Riga
Cada uno de ellos tiene un estilo diferente, y permiten hacernos una idea de cómo eran los edificios residenciales en la Riga antigua. Parada obligatoria en todos los tours de la ciudad.
El edificio más antiguo es el número 17 que se construyó en el siglo XV, destaca por su fachada escalonada y hornacinas góticas.
En la fachada del número 19, de color amarillo, puede leerse todavía su fecha de construcción, 1646.
El tercer edificio, el número 21, es el más estrecho de todos y también el más reciente (siglo XVII). Sobre la puerta tiene una curiosa máscara decorativa que supuestamente protegía a los inquilinos de los malos espíritus.
Impresionan sus 42m de altura y está emplazado en una ámplia avenida cerca del Pilsētas Kanāls en el punto intermedio de la entrada al casco antiguo de la ciudad.
Destaca en la cima del obelisco, la figura de cobre de una mujer que con los brazos alzados que sostiene 3 estrellas que representan las 3 regiones históricas del país Curlandia, Latgale y Vidzeme. Los soviéticos se plantearon en alguna ocasión derribar el monumento, pero nunca se atrevieron debido a la conmoción que podría causar entre el pueblo letón
La calle Skārņu y los Músicos de
Bremen
En esta calle se ubica también una curiosa escultura de los Músicos de Bremen. Fue creada en 1990 por un artista de la ciudad alemana, hermanada con Riga. A pesar de ser tan reciente ya es uno de los monumentos más famosos de la ciudad, y es frecuente ver a la gente tocando los morros de los cuatro animales. Tiene la singularidad de que los animales se representan asomándose a través del famoso telón de acero (no olvidemos que en 1990 Letonia estaba aún en ciernes de su independencia de los soviéticos).
La puerta Sueca
Como nota curiosa, se dice que traspasar esta puerta trae buena suerte a las parejas de recién casados.
La casa de los Gatos
Este
curioso edificio amarillo de principios del siglo XX es conocido por sus dos esculturas de gatos enfadados, situadas en lo alto
de su tejado. Según dicen, el dueño del edificio los mando colocar con las
colas levantadas y las colas apuntando al cercano edificio del Gran Gremio, como muestra de protesta por no dejarle
ser miembro (él era letón y solo se permitía a los alemanes). Según otra
versión, la disputa la mantenía con el ayuntamiento de la ciudad. En cualquier
caso, la disputa se debió acabar en algún momento, ya que los gatos hoy en día
están girados y mirando hacia la calle.
Skyline Bar
El hotel Radisson Blue, es un hotel de 4 estrellas está situado en la calle Elizabetes iela 55.
Ya al tomar el ascensor que es de cristal, mientras subes o bajas puedes ir viendo la panorámica de la ciudad.
El acceso al bar es totalmente gratuito y las vistas espectaculares
QUE VER EN LOS ALREDEDORES
DE RIGA
Sigulda
CONSEJO.EVITAR LOS FINES DE SEMANA POR LA GRAN CANTIDAD DE VISITANTES
Cerca de la localidad de Sigulda, se encuentra el parque nacional de Gauja, es una zona de pinos a lo largo del Valle de Gauja, que va desde Sigulda hasta Valmiera,toda la zona se conoce como la Suiza de Vidzeme.
Si solo disponemos de un día, les recomendamos hacer la ruta de los castillos y la cueva., una ruta de alrededor de 5 kms (se puede hacer caminando y hay un bus que se puede utilizar para el regreso si les parece mucho regresar caminando.
Si se quiere regresar en autobús, hay que tomar el número 12, la parada está en la calle enfrente de la salida, hay un poste donde constan los horarios.
Lo cierto es que Jurmala es la mayor ciudad-balneario de la costa báltica. Son más de treinta kilómetros de playa los que encontramos aquí, rodeados de un extenso bosque de pinos, casas de madera de vivos colores de principios del siglo XX, arquitectura art nouveau que tanto gusta por estos lares, y otros edificios modernos en forma de hoteles, casinos, restaurantes, etc…
Una de las formas más fáciles de ir a Jūrmala desde Riga es cogiendo un taxi ya que en coche, el trayecto es de tan solo 30-40 minutos desde la capital. Además, el precio de los taxis en Riga es relativamente barato.
También se puede llegar a Jurmala en tren desde Riga saliendo desde la “Riga Central Station” (Stacijas laukums 1). Hay varios trenes que realizan el trayecto y dependiendo el que cojas tardan entre 30-60 minutos en llegar, con un coste de alrededor de 1.50-2€.
Mas tarde recomendamos dar un paseo por el Dzintaru mežaparks un parque muy bonito cerca de la playa.
En este mismo parque, si quieres tener unas buenas vistas de la naturaleza y la ciudad, puedes subirte a la Torre de observación de Jurmala, una pequeña torre de acceso gratuito en la que podrás observar una panorámica perfecta de la ciudad.
En la
parte más oeste de la ciudad, Jūrmala cuenta con un precioso parque
llamado Kemeri National
Park en el que podrás disfrutar de una fauna y
naturaleza excepcionales. Una vez estés allí, existen varios paseos y rutas en
bicicleta (fáciles de 3-5km) para recorrer todo el parque.
Tallin
A lo largo de historia Tallin ha tenido mucha influencia danesa, alemana, sueca y rusa y todo esto ha creado un ambiente interesante.
Resulta impactante que el casco antiguo permanece casi intacto desde hace siglos, maravillosamente conservado. De esta época son las murallas y las torres que rodean la ciudad histórica, la mayoría de los edificios comerciales y privados, las catedrales...
Historia de
Tallin
Esta ciudad que recibió por primera vez su nombre por un geógrafo árabe
quien la nombro como Qualeveni en 1154.
Para los estonios durante muchos años fue Taani Linn una ciudad danesa.
En 1284 entró a formar parte de la Liga Hanseática y en el
mismo período comenzó la construcción de la muralla de la ciudad.
Fruto de la actividad mercantil, los siglos XIV y XV son bastante fructíferos
para la economía.
Entre 1558 y 1583 tiene lugar la Guerra de Livonia que pone
freno al período de desarrollo de la ciudad, y seguidamente es Ivan el Terrible
quien quiere ocupar Estonia pero serán finalmente los suecos los que consigan
establecerse en el territorio.
El contemporáneo ascenso político y militar de los reyes Vasa en Suecia y su
conflicto con Rusia hicieron que a finales de la Gran Guerra del
Norte (1700 - 1721) la ciudad cayera finalmente en manos de la Rusia de
los Zares, en donde permanecería hasta la I Guerra Mundial.
Tallin vio descender rápidamente su número de habitantes de origen alemán en
favor de estonios y rusos y el proceso de "rusificación" fue
imparable. Hacia finales del siglo XIX comenzó el proceso de industrialización
de la ciudad que posibilitaría su crecimiento y la construcción de nuevos
barrios.
En casi cuarenta años, desde finales de la II Guerra Mundial y anexionado el
país a la Unión Soviética, la población de Tallin se duplicó
básicamente a causa de la inmigración rusa. Este rápido crecimiento se tradujo
en la construcción de barrios de edificios de bloques que en nada se
diferenciaban de los de cualquier otra ciudad soviética.
Tras la caída del Muro de Berlín, Estonia finalmente se independiza de la
URSS, quedando libre de la dominación soviética el 20 Agosto de 1991, tras más
de medio siglo de dominación extranjera y siendo oficialmente proclamada como
república con Tallin como su capital.
QUE VER EN TALLIN
La ciudad antigua está dividida en 2
partes: la ciudad alta (donde vivían los
nobles, llamada Toompea) y la ciudad baja (donde vivía el "pueblo").
Cada de estas dos partes tiene su encanto
Colina Toompea
Desde esta colina, las numerosas potencias extranjeras que han ocupado Estonia a lo largo de las centurias (suecos, alemanes, daneses, rusos, etc.) ejercieron su poder.
Y la colorista catedral ortodoxa de Alejandro Nevsky, con sus cúpulas de cebolla y su ecléctico estilo arquitectónico. Su interior está ricamente decorado con mosaicos e iconos. Es la sede la iglesia ortodoxa.
En frente se encuentra el Parlamento y el Gobierno de Estonia - en el castillo y la casa Toompea, respectivamente. La torre más famosa del complejo es la Pikk Hermann del año 1371 .Se dice que quien conseguía izar su bandera en la torre automáticamente gobernaba en el país.
Actualmente el castillo es la sede del Parlamento estonio y no es de extrañar que la bandera que luce allí (la suya) hoy sea un símbolo nacional. El edificio original es de 1229, aunque muy remodelado. Desde el interior de la colina se puede ver la fachada barroca y desde el exterior tiene un aire más medieval.
Miradores
Quizá el mejor mirador para observar la belleza de Tallin es el de Patkuli, ubicado en la parte norte de Toompea. Las vistas son, sencillamente, sublimes, con la iglesia de San Olaf en primer plano, las torres y el mar de fondo.
Un poco más al sur se encuentra el mirador de Kohtuotsa, otro lugar desde el que se puede ver
Tallin en todo su esplendor. En ambos miradores es frecuente la presencia de
gaviotas que posan para la foto con total naturalidad.
Si quieren disfrutar de más altura (de mucha más altura) pueden ir hasta la Torre de la Televisión de Tallin. Queda algo alejada del centro, pero las vistas son increíbles.
Murallas de
Tallin
El tramo de muralla que se puede recorrer a pie (indicado con el nombre genérico de Tallinna Linnamüür) es el que une las torres de Nunna, Sauna y Kuldjala.
Un lugar ideal para disfrutar de la fortificación son Jardines del Rey Danés.
Sugerimos no perderse las dos puertas que aún quedan en pie. La más espectacular es la Puerta Viru, de la que aún conservan dos de las torres que la formaban.
Al final de la calle Pikk, una de las más bonitas de Tallin, se halla
la Gran Puerta Costera, anexa a la torre Paks
Margareeta.
Kiek in de Kök y Bastion Tunnels
Aunque forma parte de las murallas, la torre Kiek in de Kök merece mención aparte. Esta torre de artillería de 38m, construida hacia 1470, alberga en su interior tres espacios que se pueden combinar o visitar por separado. Por un lado se encuentra la exhibición permanente, repartida por 6 plantas y centrada en el origen de la ciudad, la historia de su fortificación y diferentes campañas militares. Desde la última planta se obtienen buenas vistas de la ciudad.
Por otro lado se encuentran los Túneles del Bastión. Solo se puede entrar con las visitas guiadas previa reserva (no disponibles en castellano), pero merece la pena si tenéis curiosidad por explorar el sistema de túneles defensivos de la ciudad, construidos a partir de 1670. Por último, en el Museo de Piedra Tallada podéis admirar hasta 600 piezas talladas en piedra de época medieval.
Centro Histórico
En las callejuelas se encuentran tiendas y talleres de artesanía, restaurantes con música en vivo, cafeterías acogedoras, tiendas, galerías de arte y hoteles con encanto. El espíritu que impregna la atmósfera de la vieja ciudad medieval de Tallinn, la hace muy atractiva todos los amantes de la antigüedad, arte e historia.
Plaza del
Ayuntamiento
El principal atractivo turístico de la plaza, sin duda, es el imponente Ayuntamiento, construido en estilo gótico en 1404. Es reconocible fácilmente por su torre de 64m, similar a un minarete árabe. En la cima se encuentra el Vana Toomas (soldado Tomás), colocado en 1530 y símbolo de la ciudad desde entonces (aunque el actual es una copia). El interior del Ayuntamiento está abierto a turistas desde finales de junio hasta finales de agosto. Se visitan grandes salones de reuniones con techos abovedados, el ático y varios «tesoros» de la ciudad. Desde las ventanas se tienen buenas vistas de la plaza (aunque no se sube a la torre).
Otro lugar destacado en la plaza es la
Otro lugar destacado en la plaza es la Raeapteek, la farmacia del Ayuntamiento. Se trata de una de las farmacias más antiguas del mundo. Su fecha de inauguración suele situarse en torno a 1422.
Uno
de los lugares de Tallin que recordamos con más cariño es el III
Draakon, una pequeña taberna situada en los portales del
Ayuntamiento donde sirven comida al estilo medieval: sin luz eléctrica, con
puchero y cuchara de madera.
Uno de los atractivos urbanos más característicos de la capital de Estonia son sus preciosas casas de ensueño, cuya magia y carácter extraordinario puedes admirar, sobre todo, en el entorno de la plaza del Ayuntamiento
Iglesia de San Olaf
Una de las iglesias que tenéis que visitar en Tallin es la Iglesia de San Olaf (Oleviste kirik) construida entre los siglos XII y XIII. No es que tenga un interior especialmente bello, pero la agotadora subida al campanario (que alcanza 124m en su punto más alto) tiene como recompensa unas vistas fabulosas sobre la ciudad.
Rataskaevu
La calle Rataskaevu es la mejor calle para comer en el centro de Tallin. Hay opciones para todos los bolsillos y que van desde comida tradicional, moderna y alguna opción internacional.
Katariina käik
El centro histórico de Tallin está lleno de rincones y callejuelas
preciosos, pero quizá el lugar más pintoresco y donde más se respira el
ambiente medieval de la ciudad es el Pasaje de Santa Catalina (Katariina käik), una
calle que transcurre por los restos de la antigua iglesia homónima. Además de
ser un sitio muy fotogénico, se pueden ver varios talleres donde se trabaja de
forma artesanal el vidrio, la cerámica, diferentes tipos de telas, etc.
Que visitar fuera del Casco histórico
Plaza de la Libertad
de Tallin
Si bien esta plaza no se encuentra
dentro de la muralla de la ciudad y podría no considerarse el centro
histórico de Tallin, es un lugar que conmemora el hecho más importante de la
historia del joven país: la guerra de la independencia que entre 1918 y 1920
terminó por dar a Estonia su primera autonomía.
Este gran espacio abierto tiene al este la luterana Iglesia de San Juan (Jaani kirik),
construida a mediados del siglo XIX; y al oeste la Columna de la Victoria de la guerra de
independencia (Vabadussõja võidusammas), una gran
cruz conmemorativa que se ilumina en la noche.
Parque Kadriorg
El Parque Kadriorg, con un parque y palacio construido por el zar ruso
Pedro I.
Fue establecido en 1718 como parte de la finca del palacio, pero siempre ha estado abierto al público. La mayor parte del parque ha conservado el aspecto del paisaje natural, con prados y bosques.
En primavera y verano los visitantes pueden ver hermosos y cuidados jardines y macizos de flores aquí.
Museo etnográfico al aire libre de Rocca al Mare
Este interesante museo es una magnífica recreación de un pueblecito típico estonio, realizada con edificios de madera auténticos, traídos aquí desde las diferentes regiones de Estonia. Está situado a unos 4 km al Oeste de Tallin, en un bello bosque junto al mar Báltico. El museo al aire libre expone 72 edificios, entre los que hay casas particulares, granjas, una capilla, una escuela los característicos molinos de agua y de viento típicos de Estonia. Permite al visitante descubrir la vida rural en Estonia durante los siglos XVIII y XIX.
Barrio Kalamaja
En Kalamaja vivían pescadores, constructores de botes y relojeros, entre otros. Pero, a pesar de lo bien situado del barrio, justo al otro lado de las murallas del centro histórico de Tallin, al noroeste de éste, el barrio entró en declive hasta la llegada de la Revolución Industrial al Imperio Ruso en 1870.
Lo que hace tiempo era una zona deprimida se ha convertido en el epicentro cultural y creativo de la capital de Estonia. El espacio cambia por momentos y la implantación de tiendas y restaurantes va a en aumento. Esta parte de la ciudad se ha convertido en un lugar en el que junto con artistas muchas familias jóvenes han decidido instalarse.
Museo Prisión Patarei
A un cuarto de hora del corazón medieval de cuento de hadas de Tallin, entramos en los restos de un momento histórico completamente distinto, cuando la costa estonia era frontera soviética y, por tanto, zona vedada a cualquiera que no tuviera permiso. Aquí está Patarei, un antiguo cuartel y batería costera del ejército zarista de mediados del siglo XIX convertido en cárcel por la primera república estonia. Tras la ocupación soviética, Moscú la adaptó a sus necesidades albergando entre sus muros a presos políticos o a punto de ser deportados a Siberia. Durante décadas, fue uno de los centros principales de la represión soviética en Estonia, ya que estaba gestionada por el KGB como prisión de máxima seguridad. Y, en la Segunda Guerra Mundial, el ejército nazi recluyó cerca de un millar de judíos en este lugar.La nueva república estonia mantuvo Patarei como cárcel para presos comunes tras la caída del Telón de Acero y hasta 2003. Cinco años más tarde, reabrió como museo
Excursiones
desde Tallin
El parque Lahemaa
En la actualidad cerca del 18% del parque forma parte de una reserva para el estudio de la flora y fauna, por lo que su acceso al público está restringido al público. Entre los intereses que tiene el parque no está sólo el paisaje, sino también los pueblos de la zona, yacimientos arqueológicos o castillos.
Haapsalu
Hoy, Haapsalu es una estación termal con poco más de 10,000 habitantes. En Estonia es conocida por su barro, sus bufandas y sus cuentos de terror. Ya durante el imperio de los zares, aristócratas rusos viajaban a Haapsalu atraídos por las propiedades terapéuticas de su barro. En el siglo XVIII, Haapsalu era un lugar de moda para el turismo curativo. Algunas de las casas de madera más antiguas se construyeron en aquellos tiempos. En una de ellas pernoctó el zar Pedro I cuando visitó Haapsalu en 1715.
Rakvere
Hacer turismo por esta ciudad es un paso adelante hacia momentos de relajación y desconexión total. Resulta muy sencillo olvidarse de la rutina y de todo lo que conlleva cuando paseas por sus calles que recuerdan una época anterior, donde algunos edificios de madera aún están presentes.
La paz se respira en cada rincón de esta ciudad. Tanto es así, que los trenes de pasajeros fueron suspendidos debido a la falta de viajeros durante un periodo de tiempo. En ese periodo los únicos trenes que visitaban la ciudad eran trenes de mercancías. La estación de ferrocarril se abandonó, no se utilizaba y su cuidado y mantenimiento no eran una prioridad. En los últimos años se ha vuelto a fomentar el uso de este medio de transporte y se está potenciando la renovación de la estación de tren.
Cascada de Jägala
Visitar la
espectacular cascada de Jägala es una experiencia natural realmente increíble
sin importar la época del año La cascada de Jägala es la mayor cascada
natural de Estonia
El máximo volumen de agua se alcanza en primavera y verano, mientras que en invierno la cascada se hiela.
Pärnu
La ciudad comenzó como muchos puntos de Estonia siendo un enclave Hanseático. Estaba bien conectado con las ciudades de Tartu y Viljandi. Es en hacia la mitad de 1800 cuando Pärnu se convierte en una localidad turística.
¿Cuál es la comida típica de Estonia?
Sin embargo, hoy en día ha sufrido la influencia de muchas otras cocinas. Se ha incluido una variedad de alimentos y platos internacionales, con contribuciones de las tradiciones de los países vecinos.
Las influencias escandinava, alemana, rusa, letona o lituana han desempeñado un papel importante en la gastronomía de Estonia. Los alimentos más típicos de Estonia han sido el pan de centeno, el cerdo, las patatas y los productos lácteos.
Por otro lado, esta gastronomía ha estado desde siempre estrechamente vinculada a las estaciones. La mitad del territorio de Estonia está cubierto de bosques y un tercio de tierras de cultivo, por lo que el país cuenta con abundantes cultivos agrícolas y productos ganaderos, así como bayas silvestres, setas y carne de caza.
El comienzo de la temporada de caza de invierno trae a la mesa carne de alce, de corzo, de jabalí e incluso de oso. Durante el invierno también se suelen comer asados y cazuelas. Es tradicional la sopa de guisantes, judías o coles y el estofado de cerdo con chucrut o patatas. El pan de centeno, la cuajada y el requesón se encuentran siempre, independientemente de la temporada.
Leib
Encontrarás diferentes variedades de pan de centeno en todas las panaderías y supermercados. Es un pan que acompaña al arenque o a las sopas.
Marineeritud angerjas
Es un plato muy popular y tradicional en Estonia en el que la anguila es
la protagonista. Se come tanto fresca como en lata. Esta receta de anguila
marinada se puede encontrar en muchos hogares y restaurantes estonios. Está
pensada para ser servida fría, tiene un fuerte sabor que es inusual y
distintivo.
Verivorst
La morcilla se hace con cebada, cebolla, pimienta de Jamaica, mejorana y sangre. Se acompaña típicamente con mantequilla, crema agria y chucrut. Muchas veces también se cubre con una compota hecha de arándanos.
Zakuski
Los zakuski son parecidos a las tapas españolas, un surtido de entremeses
fríos y calientes. También son típicos en la cocina rusa. Se suelen dar a
los invitados como aperitivo de bienvenida junto con vodka caliente. El
zakuski más común es un simple pepino encurtido.
Seljanka
También lleva laurel, aceitunas y otras especias. Se sirve con crema agria y una rodaja de limón.
Keel hernestega
Es un aperitivo estonio de lengua de vaca cocinada con especias. Se sirve la lengua cocida en finos cortes circulares, fríos o a temperatura ambiente, y se acompaña con frijoles o guisantes. El plato tiene un rico a hierbas, como resultado de su largo tiempo de cocción.
Pirukas
La masa puede hacerse con hojaldre o con masa de pan normal. Los rellenos son muy variados, pueden ser de carne, jamón, col, arroz, champiñones y zanahorias. Las pirukas pequeñas se rellenan con diferentes ingredientes, pero las grandes exclusivamente con col, carne y zanahorias.
Mulgikapsad
Utiliza ingredientes disponibles de temporada y se come como acompañamiento, servido junto con carne asada y patatas cocidas.
Es un plato muy sustancioso para el clima frío, por eso el mulgikapsad es popular en invierno.
Silgusoust
Es otro de los platos más típicos de la cocina de Estonia. Básicamente,
consiste en un pescado de la zona, los espadines bálticos, que son una especie
de arenque. Se cocinan y se sirven con tocino y crema agria.
Sült
Cuando se cocina, se quitan los huesos, se corta la carne y se refrigera la mezcla hasta que queda gelatinosa.
El Sült se suele disfrutar en ocasiones festivas como una comida de buffet, pero también se sirve como aperitivo o como plato principal, cuando se acompaña con patatas cocidas, mostaza y salsa de rábano picante.
Suitsülohe
Es uno de los platos de pescado más comunes que se pueden encontrar en
Estonia. Básicamente consiste en salmón ahumado que se suelen presentar sobre
un pan con mantequilla agria.
Kiluvoileib
El pan suele estar untado con mantequilla o cubierto con munavoi, huevo y mantequilla para untar, mientras que los filetes se complementan con huevos escalfados o duros, cebollas y hierbas frescas.
Esta especie de tostada se encuentra en casi todos los restaurantes locales y, a menudo, se sirve en ocasiones festivas, desde bodas y funerales hasta cumpleaños y Nochevieja.
Forell
Otro de los pescados más típicos del país es el Forell. Como he
comentado al principio, los platos de Estonia son sencillos y muy
tradicionales, pero no con ello se renuncia al buen sabor. Este es el caso del
Forell, un plato de trucha ahumada que se sirve con crema agria, chucrut y
patata.
Mulgipuder
A menudo incorpora tocino y cebollas salteadas y suele servirse como plato principal, acompañado de crema agria y pan de centeno, o como guarnición que complementa varios platos de carne asada.
Se asocia con el sur de Estonia, aunque es un plato básico y reconfortante que se disfruta hoy en día en todo el país como una comida casera típica.
Kama
Es una mezcla de cebada asada, centeno, avena y harina de guisantes.
Los lugareños también mezclan kama con suero de leche o kéfir y lo comen en el desayuno. Si quieres probar un desayuno estonio clásico, ya sabes qué pedir.
Kisell
Es un dulce que se prepara con leche o zumo de
frutas, como bayas, fresas, frambuesas, etc. Este jugo se espesa con almidón y,
a veces, se agrega vino tinto. Se puede servir caliente o frío, en tortitas o
con helado.
Leiva supp
Esta sopa de pan se puede servir caliente o fría, y se disfruta como postre o como un ligero tentempié por la tarde, pero también es un almuerzo escolar muy popular en el país.
Vaesed rüütlid
Es una especie de torrija. Consiste en rebanadas de
pan bañadas en leche, huevo y luego fritas. Como he comentado, el pan es un
alimento básico que no falta en ningún hogar del país.
Vastlakukkel
Consiste en un bollo de trigo relleno con nata montada.
Aunque hace años, el Vastlakukkel solo se comía antes de la Cuaresma, hoy en día se puede comprar en la mayoría de las panaderías durante todo el año.
Kohuke
Es un dulce lácteo que se prepara con cuajada azucarada y prensada. Suele estar cubierto con una capa de chocolate y puede ser de varios sabores, como vainilla, chocolate o caramelo. También se acompaña con frutas, copos de coco, semillas de amapola o trozos de chocolate.
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muy buena informacion
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