Turquía . Un país lleno de rico patrimonio histórico y belleza natural.

Como puente entre Europa y Asia, Turquía tiene mucho que ofrecer a sus visitantes: impresionantes bellezas naturales, lugares históricos y arqueológicos únicos, mejora constante en hoteles e infraestructura turística y una tradición de hospitalidad y precios competitivos. No sorprende, por lo tanto, que Turquía sea hoy uno de los destinos turísticos más populares a escala mundial.



La mejor época para viajar a Turquía es la primavera y el otoño, cuando el clima es más agradable y evitas los meses de más calor y frío. Hay que tener en cuenta que en julio y agosto, las temperaturas pueden superar los 40 grados, aunque si tu viaje incluye las playas de la costa del mediterráneo, también puede ser una buena época.
En caso de que solo puedas viajar en verano, te sugerimos concentrar todas las visitas durante las primeras horas del día, cuando las temperaturas todavía son agradables.

Estambul
Dijo Napoleón Bonaparte “Si el mundo fuera un solo estado, Estambul seria su capital.”


Capital de imperios… Ciudad que domina continentes… Cuna de civilizaciones… Punto de encuentro de culturas, civilizaciones y continentes… Son solamente algunas palabras y descripciones entre miles para exponer y presentar Estambul. No se puede explicar esta ciudad con palabras ni leyendo lo escrito ni escuchando lo relatado. Empezarás a conocerla caminando paso a paso por sus calles con olor a historia, contemplando vestigios heredados de los dos imperios más grandes del mundo, Bizantino y Otomano, descubriendo paisajes panorámicos con una incomparable ubicación y toda la belleza oculta en cada misterioso rincón y caerá rendido por todo su encanto. La historia del hombre en Estambul, la ciudad más grande y desarrollada de Turquía, según las últimas investigaciones se remonta aproximadamente a 400.000 años atrás. Pero la primera importante colonia que se instaló en la zona fue procedente de Megara. Antes de los Megara, que fundaron la ciudad de Bizancio y que dio su nombre posteriormente al Imperio Bizantino, otro pueblo había llegado con anterioridad al mismo lugar pero no se dieron cuenta de la belleza de la zona, actualmente llamada “Sarayburnu”, y fundaron una ciudad en un lugar menos estratégico llamado “Calcedonia” (actualmente Kadıköy). Por este motivo, los Megara con la orientación de un oráculo fundaron la ciudad justo al frente de Kadıköy llamado “poblado de ciegos”. Hoy en día la península histórica sigue siendo la zona más bella de Estambul. Esta belleza no está relacionada con su ubicación estratégica como creían en la antigüedad. El mar que se extiende hasta el infinito, las islas que se ven a lo lejos, el cuerno de oro que penetra hasta el interior de la península convierte a Estambul en un lugar sin parangón en el mundo. Fue la razón del continuo deseo de los pueblos en la historia. Este excesivo deseo puede estar relacionado por su estratégica ubicación o bien por su belleza. Pero tampoco son suficientes estos datos para explicarlo. Sobre esta ciudad existe una magia con un gran encanto que incluso atrae tanto a estados como a imperios. Por este motivo para poseer Estambul hubo grandes disputas, cambió de mano entre estados e imperios, e interminables guerras entre los que querían conquistarla y los que no querían perderla.
Estambul, capital aproximadamente durante 1500 años, primero del Imperio Bizantino y posteriormente del Otomano, fue embellecida continuamente acorde con su estatus de capital de imperios, adornada con los monumentos más espectaculares del mundo y transformada en una metrópolis donde con el tiempo se encontraron distintas culturas, pueblos y religiones.

Si vas por primera vez a Estambul, te parecerá una ciudad difícil de abarcar en una visita. De hecho lo es ya que al situarse entre dos orillas, entre dos continentes, debemos trasladarnos de una a otra parte para verlo todo. O casi todo, porque Estambul es riquísima en rincones y grandes atractivos. Para ayudarte a organizar una primera visita, te daremos una idea de los lugares imperdibles de acuerdo a nuestro criterio y conocimiento.

1-Santa Sofía

Santa Sofía o, como la llaman los turcos, Ayasofya, es el símbolo de Estambul. Fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y es una de las obras maestras del arte bizantino.

Entre 1204 y 1261, Santa Sofía fue la iglesia del Papa. Después de funcionar como iglesia durante más de 900 años, en 1453 fue tomada por el Imperio Otomano y convertida en mezquita. Los otomanos dotaron a la iglesia de cuatro minaretes, una escuela teológica y un comedor público.
En 1935, Atatürk transformó el templo en un museo, hasta que, recientemente, en el año 2020 ha sido convertida de nuevo en una mezquita.
Situada en el punto más alto de Estambul, Santa Sofía define la panorámica de la ciudad. Sus cuatro minaretes y su cúpula de más de 30 metros de diámetro son la imagen más característica de la metrópolis turca.

El interior de Santa Sofía resulta sobrecogedor: las dimensiones de la sala principal (70 por 74 metros), la iluminación difusa y las columnas monolíticas reciben a los visitantes con los brazos abiertos.

Lamentablemente, con la reciente reconversión de Santa Sofía en mezquita, las imágenes están prohibidas en el templo, por lo que se han colocado unas cortinas para cubrir los históricos mosaicos de la segunda planta, además de los enormes medallones que decoraban las instalaciones.
En la segunda planta también se conserva la tumba de Enrique Dándolo, duque veneciano que murió en Constantinopla en 1205.
Le recomendamos llegar temprano ya que luego comienza a congestionarse y también no perderse las vistas de la Mezquita Azul desde las ventanas de la segunda planta.
Horario
Es posible visitar la mezquita a lo largo de todo el día excepto durante los cinco rezos diarios.
Precio
Entrada gratuita.
 

2-La Mezquita Azul

Es la mezquita más importante de Estambul. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii, Mezquita del Sultán Ahmed, ya que fue construida por el Sultán Ahmed I entre 1609 y 1616. Fue inaugurada en el año 1617 durante el mandato de Mustafá I.

Aunque a simple vista pareciera del mismo tamaño que Santa Sofía, en realidad es aproximadamente la mitad.
La Mezquita Azul cuenta con seis minaretes lo que, en el momento de su construcción, provocó mucha polémica, ya que la Meca también tenía seis. Posteriormente y para apaciguar a los fieles, en la Meca se construyó un séptimo minarete para marcar la diferencia.
Al entrar en la Mezquita Azul se entiende el significado de su nombre,  más de 20.000 azulejos de color azul que adornan la cúpula y la parte superior de la mezquita te sorprenderán.
Posee más de 200 ventanas que producen una gran luminosidad, que se acrecienta con las arañas colgadas de su techo.
Para entrar en la Mezquita Azul, al igual que en el resto de las mezquitas de la ciudad, debemos llevar la ropa apropiada y descalzarse antes de entrar. Las mujeres deben llevar los hombros y el pelo tapado. Si no tienen nada para taparse, en la entrada nos daran todo lo que necesitemos para entrar.

Durante las horas de culto la mezquita está cerrada al turismo.
Horario
Todos los días: de 8:30 a 11:30, de 13:00 a 14:30 y de 15:30 a 16:45 horas.
Precio
Entrada gratuita.

3- Palacio Topkapi


Es el mejor reflejo de la época imperial en Estambul y simboliza el poder que alcanzó Constantinopla como sede del Imperio Otomano.
Desde este palacio los sultanes gobernaron su imperio hasta mediados del siglo XIX.
La construcción del Palacio Topkapi comenzó poco tiempo después de que Mehmed II tomara Constantinopla. El palacio inicial fue inaugurado en 1465. Durante las décadas siguientes el palacio fue ampliado por los diferentes gobernantes.
En 1856, el Sultán Abdulmecid decidió trasladar su residencia al Palacio Dolmabahçe, un palacio de corte occidental.
En sus 700.000 metros cuadrados, el Palacio Topkapi cuenta con cuatro patios y múltiples edificios en su interior: sala de armas, cocina, establos reales, tesoro y muchos más.
En el mismo recinto (en el interior de sus murallas) se encuentra el Museo Arqueológico y otros edificios de interés.
De entre las múltiples partes que tiene el palacio, una de las más importantes es el Tesoro.
El Tesoro cuenta con algunos de los objetos más valiosos del mundo, como el diamante del cucharero (un diamante de 88 quilates que perteneció a Letizia Ramolino, madre de Napoleón) o el puñal topkapi (el arma más cara del mundo, construido en oro con esmeraldas incrustadas).

El Harén era el lugar donde residía el Sultán, su familia y un conjunto de entre 500 y 800 mujeres de alto nivel cultural adiestradas en ciertas habilidades. La Reina Madre era la máxima responsable del Harén.

Para acceder al Harén es necesario adquirir una entrada independiente.
Es una de las visitas obligadas de Estambul. Recomendamos ir temprano y visitar  primero el Tesoro y el Harén, ya que son los lugares en los que más gente se agolpa al avanzar la mañana.
Horario
De miércoles a lunes: de 9:00 a 17:00 horas (desde abril hasta octubre hasta las 19:00 horas).
Martes: cerrado.
Precio
Palacio: 7,60 US$
Harén: 4,50 US$ 


4 - El Hipódromo Romano de Constantinopla.


Aunque apenas se conserven unas piedras, no puede faltar la visita a esta zona de Estambul. Junto con la Columna Serpentina, se puede admirar el Obelisco de Teodosio, el Obelisco de Constantino o la Fuente Alemana. 

En este sentido, la actual Sultanahmet Meydani (plaza del Sultán Ahmet) ofrece un bonito paseo con decenas de árboles y, por supuesto de turistas, ya que se trata de una de las zonas más llamativas de todo Estambul.
Fue construido en el año 200 d.c. y engrandecido por el fundador de la ciudad Constantino el Grande. Sirvió de centro de diversión para la gente de Constantinopla durante más de mil años, ya que en él se realizaban las típicas carreras de carros y los circos.
Además de las carreras de cisios, el Hipódromo servía de escenario para conjuntos de músicos , bailarines, acróbatas y lidias con fieras; para todo ello se anunciaban numerosos días festivos en aquellos tiempos.

El Obelisco Egipcio

Tutmosis III(1549-1503 A.C) hizo construir este obelisco con una altura de 60 metros en Deir el Baharí enfrente de Tebas en Egipto para conmemorar una de las campañas en Siria. El obelisco se rompió durante la carga para Constantinopla en el siglo IV.
Al final una tercera parte fue erigida en el sitio original de hipódromo por Teodosio en el año 390 encima de un pedestal de mármol decorado por bajorrelieves.


La Columna Serpentiforme

Tres serpientes enlazadas en forma de una columna que era la base de un trofeo. Ese trofeo dedicado a Apolo fue erigido en el nombre de 31 ciudades Griegas que ganaron una batalla contra los persas en Platea en el año 479 A.C.
La columna que estaba en el templo de Apolo de Delfos fue traído por Constantino el Grande a su sitio actual de hipódromo.
Hay muchas historias sobre lo que ha pasado a la columna. Según una de estas, un hombre de la Embajada Polaca que estaba bastante borracho cortó las cabezas de serpientes con su espada en una noche de Abril del año 1700.

La Fuente Alemana

Este monumento es más nuevo en comparación con otros de la plaza. Porque se trata de Una donación de parte de káiser Alemán Guillermo II al sultán de entonces Abdul Hamit. Guillermo II, hizo construir la fuente en Alemania en 1895 pieza por pieza se trajo a Estambul, tres años después de su visita la fuente estaba ya completada;
El Káiser buscaba expandir los límites de su imperio hasta el Canal de Suez, por su importancia petrolífera.

El Obelisco Amurallado

En el siglo 16 el viajero Francés Petrus Gyllius habla de una columna llamada Coloso. Porque en la inscripción de la base se hace una comparación con el Coloso de Rodas y también se ve el nombre de un emperador Bizantino, Constantino Porfirogeneto (912-959) quien la restauró y la cubrió con paneles de bronce.
La columna tenía 32 metros de altura y en los panales de bronce se representaban los granjeros y los pescadores.

5 - Templo de San Sergio y San Baco

Muchas veces las grandes construcciones que conocemos están inspiradas en otras obras más pequeñas que resultan desconocidas para el gran público así, por ejemplo, todos los amantes del arte conocen la importancia que la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla tiene para el arte bizantino, pero son pocos los que saben que Santa Sofía está inspirada en una iglesia anterior, el templo de San Sergio y San Baco, una iglesia ortodoxa que hoy funciona a modo de mezquita.

La iglesia de san Sergio y San Baco es uno de los mejores ejemplos de arquitectura bizantina que ha llegado hasta nuestros y como ya hemos señalado, sirvió de inspiración para los arquitectos que levantaron el templo de Santa Sofía de modo que, en Estambul es conocida como La Pequeña Sofía.
El templo data del siglo VI d.C. y en sus orígenes se entremezcla tradición y leyenda; parece ser que el emperador Justino I condenó a su sobrino Justiniano a muerte por traición hacia su persona y poco antes de que éste fue ejecutado, los santos Sergio y Baco se aparecieron en un sueño del emperador para asegurarle la lealtad de Justiniano quien, a modo de agradecimiento, levantó el templo cuando llegó al trono imperial.
En el exterior el templo presenta muros de ladrillo reforzados con hileras de piedra y en planta el edificio presenta una planta octogonal que se inscribe dentro de un cuadrado.
En cuanto al interior del templo destaca una bellísima columnata de dos pisos de altura y pese a que en la actualidad no se conserva nada de la decoración interior, los cronistas de la época han dejado escritos en los que se detalla una riquísima decoración con mosaicos dorados y paredes de mármol. Hoy la iglesia ha sufrido algunas modificaciones para adaptarla al culto musulmán, sin embargo, se cree que la decoración interna del edificio desapareció con la fiebre iconoclasta del siglo VIII.

6 - La Cisterna Basílica

Las cisternas son depósitos que se construyeron para que la ciudad tuviera reservas de agua en caso de ser atacada. Otro nombre (bastante más atractivo) con el se conoce la cisterna es "Palacio Sumergido".

La Cisterna Basílica fue construida en tiempos de Justiniano I (527-565) para abastecer al Palacio Bizantino. El emplazamiento (al que debe su nombre) fue el subterráneo de una basílica de la que hoy no queda nada.
Para llenar la cisterna se recurría a los acueductos de Valente (aún existente) y de Adriano. Estos acueductos recibían el agua de los Bosques de Belgrado, a unos 20 kilómetros de Constantinopla.
La cisterna de Yerebatan Sarnıcı, (su nombre en turco) tiene unas dimensiones de 140 por 70 metros y se calcula que podía almacenar unos 100.000 metros cúbicos de agua.
El paseo turístico se hace por unas pasarelas que van por encima del agua. Estas pasarelas fueron colocadas a finales del siglo XX, ya que anteriormente el paseo se hacía en barca.
Entre las 336 columnas de la basílica hay dos que tienen como base una cabeza de Medusa, el ser mitológico que convertía en piedra a todo aquel a quien mirara.
Hay diversas teorías sobre que significan esas grandes cabezas en el interior de la cisterna, aunque la teoría más aceptada es que se pusieron ahí por fines prácticos, para ser usadas como base de las columnas.
Horario
Todos los días de 9:00 a 17:30 horas.
Precio
Adultos: 2,50 US$

7 - El Gran Bazar de Estambul (Kapalıçarşı) 

Es uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo. Es uno de los mejores lugares de la ciudad para hacer compras de artesanía, joyas y ropa.

El área cubierta donde se encuentra el mercado tiene 45.000 metros cuadrados y en él trabajan unas 20.000 personas. El número de visitantes diarios oscila entre los 300.000 y los 500.000 dependiendo de la época.
El Gran Bazar de Estambul cuenta con más de 3.600 tiendas que se distribuyen en 64 calles. Para acceder al recinto hay 22 puertas.
Los orígenes del Gran Bazar se remontan a la época de Mehmed II, cuando en 1455 construyó cerca de su palacio el antiguo bazar (Eski Bedesten). Al igual que en muchísimas otras ciudades, alrededor de este edificio se fueron instalando talleres de artesanos formando calles gremiales.
Con el tiempo los edificios crecieron en número y las calles fueron cubiertas. Poco después todo el complejo fue amurallado.
Visitar Estambul y no visitar y perderse en el Gran Bazar sería un gran error.. Sus miles de puestos de colores son un paseo que te llevará todo el tiempo que quieras dedicar, cientos de vendedores te estarán esperando con ansia negociadora, imprescindible el regateo.
Horario
De lunes a sábado de 8:30 a 19:30 horas, recomendamos ir como máximo a las 18:30.
Domingos cerrado.

8 - El Bazar de las Especias.

También llamado Bazar Egipcio (Mısır Çarşısı), es uno de los mercados más antiguos de Estambul y uno de los mejores lugares de la ciudad para comprar productos típicos como especias, dulces o frutos secos.

El Bazar Egipcio está construido en forma de L y cuenta con 6 puertas de entrada, es un mercado muy colorido y los tenderos decoran sus puestos de tal forma que visitarlo es un placer para los sentidos.
Los inicios del Bazar de las Especias de Estambul se remontan a 1663. Se construyó al mismo tiempo que la Nueva Mezquita y adyacente a ésta con el objetivo de mantenerla económicamente.
El nombre de Bazar Egipcio proviene de cuando Estambul marcaba el final de la ruta de la seda y era el centro de distribución de toda Europa, de hecho, desde el siglo XIII ya comerciaba especias con Venecia.
Durante el siglo XV, las especias llegaban de la India y el sudeste asiático hasta Egipto, y desde aquí a Estambul por el Mar Mediterráneo.
Horario
De lunes a sábado de 9:00 a 19:00 horas.
Domingos cerrado.


9 - Mezquita de Suleimán (Süleymaniye )


Es la joya de la arquitectura otomana. Su construcción se inició en 1550 y es finalizada en tan solo siete años, en 1557.
Ubicada sobre una colina que domina el Cuerno de oro, la Mezquita de Suleymaniye es visible desde casi todos los puntos de la ciudad, y su cúpula el sombrero más visible de los que coronan las mezquitas de Estambul.
Es la más grande de las mezquitas y la más famosa de las obras de Mimar Sinan. Es decir, de sus ciento treinta mezquitas, y más de doscientos edificios construidos.
La Mezquita de Suleymaniye se inspira en Santa Sofía de la que copia su planta basilical y su cúpula.
En cuanto al exterior de la estructura, la Mezquita de Süleymaniye domina el Cuerno de Oro, el estuario que divide a la ciudad.
Al igual que otras mezquitas imperiales de Estambul, el edificio homenaje a Suleimán es precedida por un monumental patio (de 19.000m²), rodeado por un peristilo con columnas de mármol, granito y porfirio.
En las esquinas del patio se encuentran los cuatro minaretes, es decir, las torres de la mezquita.
El interior está decorado con los tradicionales azulejos de Iznik, mientras que el mimbar y el mihrab son de mármol blanco. Magnífica y sencilla a la vez, la Mezquita de Suleimán resulta impactante para el visitante, por su diseño y belleza.
La cúpula es considerada como la más alta del arte otomano  con 23 metros.
Su patio, de casi 19.000 m2, es la primera piedra de un conjunto complejo de edificaciones que englobaba baños, hospicios, madrasas y hasta un cementerio donde destacan las tumbas del propio Sultán Suleimán y de su esposa Hürrem en un conjunto que roza lo magnifico, no desmereciendo el apodo que siempre acompaño en vida al mentor de esta magnífica mezquita.
Recomendación
Es una de las visitas indispensables en Estambul. No hay que perderse la visita a las tumbas de Hurrem y Suleimán.
Horario
Todos los días, de 9:30 a 16:30 horas, excepto en los horarios de oración.
Precio
Entrada gratuita.


10 - El Puente Gálata (Galata Köprüsü)

Es un puente basculante de 490 metros de longitud que se encuentra ubicado en el estuario conocido como el Cuerno de Oro, uniendo el viejo Estambul con la zona más moderna.

 


El Puente Gálata no sólo une diferentes zonas de la ciudad, sino que también constituye un puente simbólico capaz de unir diferentes culturas.
El primer puente sobre la desembocadura del Cuerno de Oro fue construido en 1845. Varios años después, en 1863, la llegada de Napoleón III provocó que fuera sustituido por un puente de madera. Después de este se construyeron dos puentes más en 1875 y 1912, y en 1992 fue creado el puente que se puede ver en la actualidad.
En la actualidad en el nivel inferior del Puente Gálata existen varios restaurantes y cafeterías en los que, además de degustar los pescados más frescos y otros platos típicos turcos, resulta agradable contemplar el ir y venir de los transbordadores mientras los pacientes pescadores venden su captura a los restaurantes.
Además de constituir una parte importante del paisaje urbano de Estambul, el Puente de Gálata ocupa un gran espacio entre los mitos y leyendas y también en el corazón de los ciudadanos turcos.


11 - La Torre Gálata (Galata Kulesi)

Es una de las torres más antiguas del mundo. Desde su parte más alta se obtiene una de las mejores vistas de Estambul.
La primera Torre Gálata fue construida en madera en el año 528 para servir como faro. En 1348 fue reconstruida por los genoveses con el nombre de Torre de Cristo.
Durante la conquista de Constantinopla en 1453, la torre fue ocupada por el Sultán Mehmet II.
Su altura, de tan sólo 61 metros, no es lo que más llama la atención de sus medidas. Lo que resulta sorprendente es el diámetro y la anchura de las paredes.
El diámetro de la torre en la base es de 16,5 metros en el exterior y de 8,9 metros en el interior. Esta diferencia indica que los muros tienen una anchura de 3,7 metros en la base.
La anchura de los muros de la Torre Gálata va disminuyendo según se va ascendiendo a la cima, llegando hasta los escasos 20 centímetros en la parte superior.
Subiendo a la Torre Gálata tendrán las mejores vistas de Estambul. Recomendamos para llegar tomar el funicular de Tünel desde el Puente de Gálata.
Horario
Todos los días de 9:00 a 20:00 horas.
Precio
Adultos: 3,20 US$


12 – Plaza Taksim (Taksim Meydani)

Está considerada el corazón de la moderna Estambul está situada en la parte europea de la ciudad, en un importante distrito comercial, turístico y de ocio conocido por sus restaurantes, tiendas y hoteles.



Debido a la gran relevancia de la plaza en la ciudad, es el lugar favorito para la celebración de eventos públicos y celebraciones sociales, aunque también es conocida como punto de partida de diferentes manifestaciones políticas que en numerosas ocasiones terminaron de forma violenta.
El nombre de la plaza, Taksim, significa "distribución" en turco, y le fue dado debido a que era el lugar en el que se centralizaba la distribución de agua de la ciudad desde 1732. Hasta principios del siglo XX el lugar componía el extremo norte de la ciudad pero con la ampliación de ésta se convirtió en el corazón del nuevo Estambul.
La Plaza Taksim es una zona repleta de bares, restaurantes y algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad. En la plaza se conservan el Monumento al Aguador y el Monumento a la República.
De la plaza surge una de las principales arterias comerciales de la ciudad, Istiklal Caddesi (Avenida de la Independencia), una agradable calle peatonal que se puede recorrer utilizando el tranvía nostálgico, que llega hasta la estación del Funicular de Tünel. 


13 - Palacio Dolmabahçe


Este Palacio sustituyó al Palacio Topkapi como residencia de los sultanes desde 1856 hasta 1924, año en que se abolió el califato.
El estilo del palacio es una combinación de los estilos occidentales Barroco, Rococó y Neoclásico mezclados con el estilo tradicional Otomano.
El Palacio Dolmabahçe fue construido entre los años 1843 y 1856 por orden del Sultán Abdülmecid. En su construcción intervinieron cuatro arquitectos del Departamento Real de Arquitectura del Imperio Otomano.
Con una fachada de más de 600 metros y una superficie de 15.000 metros cuadrados, el Palacio Dolmabahçe es el edificio más grande del país. Tiene 285 habitaciones, 43 salas, 68 lavabos y 6 baños turcos.
En 1984 el palacio fue convertido en museo.

La visita tiene cuatro partes: Selamlik, Harén, Museo del Reloj y Pabellón de Cristal. Los partes más importantes son las dos primeras:

Selamlik



Esta parte, que alberga las dependencias administrativas y los salones oficiales, es la parte más llamativa de todo el palacio. Las partes más destacables son la Escalera de Cristal y el Salón del Trono. Esta última sala, por sus dimensiones (2000 metros cuadrados y 36 metros de altura) y elegancia (56 columnas y la lámpara de araña más grande del palacio), es totalmente abrumadora.

Harén



El Harén comprende las dependencias privadas del Sultán y su familia. Esta parte del palacio es menos interesante que la anterior y la visita dura menos tiempo.
Para visitar Selamlik y el Harén hay que hacerlo en grupo. Aunque las visitas guiadas son sólo en inglés y en turco, hay folletos en otros idiomas (incluido el castellano) para seguir las indicaciones.
Si bien el Palacio Dolmabahçe tiene algunas salas que nos sorprenderan, la relativa lejanía y que sólo se pueda recorrer en una visita guiada le hacen perder puntos. Recomendamos visitarlo tan sólo si se dispone de tiempo de sobra.
Si deciden visitarlo el palacio les recomendamos ir lo más temprano posible, ya que según avanza la mañana los grupos pueden ser extremadamente grandes y la visita se hace pesada.
Horario
De martes a domingo: de 9:00 a 16:00 horas (invierno hasta las 15:00).
Lunes: cerrado.
Precio
Adultos: 7,60 US$
Harén: 2,50 US$

 

14 – Crucero por el Bósforo. Atardecer en Estambul



El crucero por el Bósforo merece un apartado especial. Es un viaje que merece la pena.

Lo podemos hacer usando los ferry que cruzan el estrecho, pero no es lo mejor.
En el mismo puerto de Eminou encontraremos barcos pequeños que hacen un recorrido entre 1 hora y 1 ½ hora que valen aprox. unos 12 U$D.
Lo más destacado que veremos desde el crucero es la mezquita de Ortakoy , palacio Dolmabahçe, el puente del Bósforo, que une los dos continentes, las casas típicas de veraneo de principios del XX, y sobre todo la imagen de Estambul desde el mar.
Realmente vale la pena, sobre todo al atardecer.

Bursa

Una ciudad cercana a Estambul y de interés turístico es Bursa, la que fue la primera capital del imperio otomano. Está situada en la región de Mármara, al noroeste de Turquía y en la actualidad es la quinta ciudad más grande del país.




Sin duda, un lugar ideal para realizar una escapada de un día siempre y cuando hayamos tenido tiempo suficiente para ver lo más importante de Estambul.
Para realizar la excursión a Bursa desde Estambul hay que tomar el transbordador situado en el puerto de Yenikapi. Desde allí se llegará a Yalova (una hora de trayecto aproximadamente) y desde Yalova hay que tomar un autobús hacia la población de Bursa (otra hora aproximadamente).
151 km de distancia si vamos en coche o moto, 2h 06 min  de trayecto incluyendo peajes con un coste de 13,90€.
Bursa es una ciudad grande y moderna. Desde la cima de Uludag, a unos 30 kilómetros de la ciudad pueden contemplarse unas impresionantes vistas de ella. Sólo desde ahí se entenderá porque a Bursa se le conoce como la ‘ciudad verde´.
Bursa contiene interesantes puntos de atracción para los viajeros, como la Mezquita Verde (Yesil Camii), nombre que recibe en honor a su color,el Mausoleo Verde (Yesil Turbe), donde se haya la tumba del sultán Mehmet I, 
la Gran Mezquita (Ulu Camii)


el famosísimo mercado de la seda,

o su Gran Bazar. Todo ello sin olvidarnos de la gran cantidad de terrazas, comercios y locales que ofrece al visitante.

Çanakkale

Se encuentra junto a la costa asiática del Dardanelos, también conocida como Helesponto.

La ciudad tiene un buen puerto deportivo, donde es habitual que atraquen barcos privados y elegantes yates. Uno de los lugares más animados de Çanakkale es el Paseo Marítimo, donde se concentran una gran cantidad de tiendas, cafés, restaurantes, clubes nocturnos y otros locales de ocio.



En Çanakkale es imprescindible entrar en alguna de sus maravillosas pastelerías y probar un dulce típico llamado Peynir Helvasi, que es muy parecido a una quesada artesanal.


El monumento arquitectónico más importante de Çanakkale es la Fortaleza de Çimenlik. 



Su construcción, en el año, 1451, partió del Sultán Mehmet II, y hoy en día acoge el Museo Militar. En su interior hay un gran espacio dedicado a la batalla de Çanakkale de 1915, que constituyó uno de los acontecimientos más señalados de la Primera Guerra Mundial. Otro elemento interesante es el Museo Arqueológico, en el que podremos ver una valiosa colección de cerámica y diversos restos arqueológicos extraídos de los yacimientos cercanos.

Próximo a la ciudad de Çanakkale, en la Península de Gelibolu, se encuentra el Parque Nacional de Gelibolu, más conocido popularmente como Galípoli. Aquí transcurrió la Batalla de Galípoli, uno de los enfrentamientos más duros de la Primera Guerra Mundial. El parque alberga el Cementerio Inglés, que cuenta con un Monumento a los Caídos, y el Cementerio Turco, además de varios museos militares.

Este espacio natural también ofrece espectaculares parajes, como los Acantilados de Ariburnu o el Lago Azul.

En los alrededores de Çanakkale también podremos visitar la bella Isla de Bozcaada, llamada la isla del vino ,donde, junto a sus peculiares casas blancas, disfrutaremos de su castillo veneciano y de maravillosas playas.

O la Isla de Gökçeada, donde abundan los monasterios y las fuentes sagradas rodeadas de pinares.

No debemos dejar de visitar las históricas ruinas de la ciudad de Troya, uno de los lugares más visitados de todo el mundo. 
Troya es una ciudad tanto histórica como legendaria, donde se desarrolló la archiconocida “Guerra de Troya”, descrita en varios poemas épicos. Troya está situada en la actual provincia turca de Çanakkale, ocupa una posición estratégica en el acceso al Mar Negro. Tras siglos de olvido, las ruinas de Troya fueron descubiertas en las excavaciones realizadas en 1871 por Heinrich Schliemann. En 1998, el sitio arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Todavía se mantienen en pie las murallas de la ciudad, un teatro, un templo y los cimientos de numerosas casas.

PERGAMO

Los restos de la antigua ciudad griega de Pérgamo, que se encuentran junto a la moderna ciudad de Bergama, forman uno de los conjuntos arqueológicos más importantes que se pueden visitar en un viaje por Turquía.



Por su situación geográfica, cerca de la costa del mar Egeo, en el corazón del mundo clásico mediterráneo, Pérgamo se convirtió en un importante centro político, económico y cultural.

Los restos son tan importantes y pertenecientes a tantas culturas diferentes, que la Unesco la incluyó en 2014 en la lista del Patrimonio Mundial.

Una visita a Pérgamo va a tener una duración de varias horas y se divide en, al menos, cuatro partes algo separadas entre sí.

Por un lado se encuentra la Acrópolis, en lo alto de la colina, que seguramente es la parte más espectacular.



De camino hacia allí se pasa junto a la Sala Roja, también llamada la Basílica Roja.


 


Y una tercera zona es el Asclepion, de una grandísima importancia cultural, aunque con restos menos imponentes que los de la Acrópolis.



La cuarta visita es el Museo Arqueológico, que probablemente deba ser lo primero que haya que conocer para poder hacerse una buena idea del conjunto.


ESMIRNA


 

La gran ciudad portuaria de Esmirna es una etapa ineludible en cualquier recorrido por el litoral turco del mar Egeo.
Esmirna es el lugar para detenerse una o dos noches para sumergirse en el ambiente de esta ciudad bulliciosa y moderna.
Esmirna es la tercera ciudad más poblada de Turquía.
Hasta hace alrededor de un siglo, Esmirna (Izmir en turco) era una ciudad cosmopolita.
La mejor manera de visitar el centro de Esmirna es a pie, tal vez tomando un taxi para llegar al Barrio de Asansör si no se quiere dar un paseo de unos tres kilómetros por la avenida costanera.
Como ciudad costera, uno de sus principales atractivos es su frente marítimo.
Su avenida costanera es la calle Atatürk, que también es conocida como Kordon, una zona peatonalizada donde es muy agradable pasear, sobre todo al final de la tarde.
Cada 500 o 600 metros una plaza sirve para romper la homogeneidad del paisaje urbano y destacar algún aspecto de la historia del país o de la ciudad.
Allí encontramos el Museo Atatürk, donde se hace un repaso a la vida del político que creó la República de Turquía y pasó algún tiempo en esta casa.
La calle Kibris Sehitler, paralela al Kordon, es el eje del barrio y cruza muchas callejuelas donde se pueden encontrar muy buenos restaurantes de pescado para cenar; la calle 1453 es la más afamada.
Si caminamos hacia el sur por el Kordon, llegaremos al muelle Konak,unas instalaciones portuarias construidas por Gustav Eiffel.
El edificio de aduanas se convirtió hace unos años en un centro comercial donde hay tiendas, cafés y restaurantes, algunos al mismo borde del agua.

Muy cerca está Konak Meydani, una de las plazas más importantes de Esmirna donde destaca la Torre del Reloj construida en 1901 por un arquitecto francés por encargo del gobierno otomano.

Para muchos esta torre del reloj es el símbolo de la ciudad.En esta plaza también encontramos la Casa de Gobierno y la minúscula mezquita octogonal Konak y, además, el museo Arqueológico se encuentra muy cerca.
Hacia el interior encontramos ahora la zona del Bazar de Esmirna. No es especialmente monumental, pero sí muy atractivo en la medida de que podemos observar la vida diaria de la ciudad.

Barrio Asansör en Esmirna

Si se dispone de tiempo, vale la pena caminar o ir en taxi hasta Asansör, barrio donde viven los judíos que quedan en la ciudad.



Curiosamente la zona toma el nombre de una innovación técnica que la revolucionó a principios del siglo XX: el ascensor que permitía unir fácilmente la villa baja con la alta, situada en lo alto de la colina.
Desde lo alto del ascensor se disfruta de unas buenas vistas panorámicas de Esmirna y la bahía.
Muy cerca del elevador se encuentra la única sinagoga activa de la ciudad.


Éfeso

Éfeso fue un importante centro religioso, cultural y comercial durante siglos y el paso de diferentes civilizaciones. Cimerios, persas, romanos, godos, árabes… Todos pasaron por este codiciado lugar, puerta de entrada hacia Asia Menor e importante puerto comercial con salida al mar Egeo y a todo el Mediterráneo.

La antigua ciudad de Éfeso es una de las joyas de la Humanidad en toda Asia Menor. Situadas en el oeste de Turquía, a orillas del mar Egeo, las ruinas de Éfeso representan un auténtico hito en la historia, un legado impresionante que ha podido llegar a nuestros días en muy buen estado de conservación.
Visitar Éfeso es fundamental en un viaje por Turquía. La huella de varias civilizaciones está allí. Incluso muchos recordarán la mención a la ciudad de Éfeso en la Biblia, lo que da a entender la importancia del lugar.
Visitar las ruinas de Éfeso es como recorrer una ciudad de la Antigüedad. En el recinto encontraremos edificios públicos, comercios, viviendas privadas, calles aún pavimentadas y otros elementos que componían la ciudad. El conjunto forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2015.
Los principales monumentos de Éfeso que no debemos dejar de ver son:
El Teatro

 
El vestigio más impresionante de Éfeso .Cuenta con unas espectaculares gradas todavía en pie, en las que se estima cabían unas 25.000 personas. Es, sin duda, una obra colosal con un arco que mide 150 metros de diámetro.

La Avenida de los Curetes 

Los curetes eran sacerdotes de la mitología griega encargados de mantener vivo el fuego sagrado en el Pritaneo, sede de los magistrados de la ciudad. Esta calle empedrada es un auténtico museo al aire libre, con restos de viviendas, templos, columnas y un suelo que todavía conserva los mosaicos que lo componían.

La Biblioteca de Celso.

Casi al comienzo de la avenida de los Curetes se encuentra la Biblioteca de Celso, otra de las ruinas más espectaculares de Éfeso. Fue construida en torno a los años 117-135 en honor al senador y procónsul romano de Asia, Tiberio Julio Celso Polemeano. Se trataba de una de las bibliotecas más grandes del mundo antiguo, tras Alejandría y Pérgamo, y contaba con una capacidad de 12.000 rollos de pergamino.

El Templo de Adriano.

También en la avenida de los Curetes se encontraba el Templo de Adriano, del que se conserva parte de la fachada. Fue construido en torno al año 138, dedicado al Emperador Adriano que visitaría la ciudad unos 10 años antes.

Templo de Artemisa. 

De la que fue una de las siete maravillas del mundo antiguo solo quedan hoy una columna y algunas piedras. El Templo de Artemisa está considerado el mayor templo de la Antigüedad. Contaba con 120 columnas y fue construido en torno al año 575 a.C. en honor a la diosa Artemisa, Señora de Éfeso. Fue destruido e incendiado varias veces, la última por parte de los godos en el año 262 d.C. No está situado dentro del conjunto de las ruinas, si no que está a dos kilómetros, en las afueras de la ciudad de Selçuk.

Pamukkale

 

Su traducción al español es Castillo de Algodón.

El origen de esta formación geológica proviene de los terremotos y movimientos tectónicos que sucedieron en esta región. Producto de estos movimientos se abrieron grietas por las que comenzaron a emanar aguas termales.
Estas aguas poseen un alto contenido de creta, una roca sedimentaria blanca con la que se hacen, por ejemplo, las tiza. Para poder caminar tenés que descalzarte por lo que recomendamos que lleves un calzado cómodo.

El parque natural de Pamukkale en Turquía y el sitio arqueológico de Hierápolis son Patrimonio de la Humanidad de Unesco desde 1988.
Los romanos  al ver la posición estratégica del terreno y las aguas termales que bañaban las laderas; fundaron una ciudad estilo spa: Hierápolis.
Hoy en día se pueden visitar las ruinas en conjunto con las piscinas naturales. Uno de los lugares imperdibles es el anfiteatro más grande; fue construido en el siglo III durante el reinado de Septimio Severo y tiene capacidad para 12000 personas.
Para recorrer este sitio no necesitarás ningún mapa ya que todos los restos arqueológicos disponen de paneles informativos.
Los habitantes romanos aprovechaban las propiedades curativas del agua de los “travertinos”, que así es como se le llama a las piscinas naturales que se formaban.


Hoy en día la gran mayoría de estos se encuentran secos y sólo quedan unos pocos piletones artificiales con agua donde la gente se puede meter.
TIP: No te olvides los anteojos si no te querés quedar ciego ya que los reflejos pueden lastimar tus ojos. Además en verano no te olvides de llevarte algún sombrero que te cubra la cabeza y protector solar.

 
En la piscina de Cleopatra podrás darte un baño entre restos de columnas romanas. Se trata de una antigua pileta con piedras en el fondo y con restos de columnas talladas que están sumergidas debajo del agua por efecto de los terremotos.
Es una de las piscinas más visitadas por los viajeros y está llena de bares a su alrededor. Para acceder deberás pagar un extra ya que no está incluida en la entrada al parque.

Otra de las razones para viajar hasta este inédito destino turco es admirar el atardecer, uno de los más bonitos del mundo.
El paisaje blanco y las cascadas de creta se transforman en reflejos de tonalidades amarillas y anaranjadas sobre las aguas turquesas de las piscinas. ¡Un atardecer increible!

También tenemos la oportunidad de viajar en globo aerostático y así contemplar este hermoso lugar y sus alrededores desde las alturas. La mezcla de naturaleza e historia que se puede divisar, nos hará tener una experiencia única e inolvidable.


Konya

Es una de las ciudades más antiguas del planeta. Lo que uno puede hacer aquí es visitar los monumentos muy bien cuidados y preservados, pasar por bazares orientales, ver templos y mezquitas.



Desde los tiempos remotos los habitantes de estas tierras honran la memoria de los antecesores y es por esta razón que la ciudad se distingue por su atmósfera suave que envuelve a los huéspedes de su confort y su cordialidad. Según una leyenda Konya era la primera ciudad, cuya construcción empezó directamente después del diluvio universal en el siglo VIII A.C. El nombre está conectado con una historia en la que el guerrero audaz Persey mató a un dragón que vivía aquí y despejó el camino para los primeros habitantes. En prueba de su agradecimiento, la gente construyó likonoy, un obelisco con la imagen del héroe. 
El nombre antiguo de la ciudad era “Ikoniy”, más tarde el sonido se alteró y el resultado fue como suena hoy.
Aquí se fabrican las mejores alfombras turcas a mano. Cada año se organiza una exposición de alfombras, lo que es una prueba de que siguen existiendo aquí las tradiciones antiguas.

Konya fue elegida para el festival anual de derviches


dedicado a la memoria de la antigua orden religiosa. A lo largo de unos días está sonando una música encantadora y los ciudadanos bailan y cantan. Este evento espectacular atrae a más y más viajeros de año en año.

Los alrededores son no menos curiosos. Ud. puede ir de excursión a un asentamiento antiguo llamado Chatal Hüük, que se considera un lugar donde se concentra la fuerza espiritual. Hay aquí muchos vedados, pasear por los cuales es un gran deleite. Las grutas pintorescas, cascadas ruidosas y canto de aves – es un verdadero paraíso. 

El hermoso monasterio de Mevlana 

es uno de los sitios religiosos más importantes de la ciudad. Se considera el centro de la cultura Sufi. En los últimos años, se ha convertido en un popular destino turístico. El monasterio regularmente lleva a cabo rituales religiosos, concluyendo en la llamada meditación de baile. Absolutamente todos pueden observar estas bellas actividades religiosas.

Una estructura religiosa igualmente majestuosa es la mezquita de Selimiye


que fue construida en la segunda mitad del siglo XVI. El plan arquitectónico de esta mezquita fue diseñado por el famoso arquitecto Sinan. El complejo fue construido a partir de una piedra labrada confiable. Después de muchos años, la hermosa mezquita con torres altas y hermosos arcos no ha cambiado su apariencia. Todavía está en efecto ahora.

En las cercanías de Konya, hay muchas atracciones naturales interesantes, entre las que se encuentra el hermoso lago Tuz. 

Su característica principal es la alta concentración de sal en su agua. Durante el verano, debido al aumento de la evaporación, la superficie del estanque se cubre con una gruesa capa de sal. Por lo tanto, puedes literalmente caminar sobre el lago. El espesor de la corteza de sal en algunos lugares alcanza los 50 centímetros. En la temporada cálida, el lago se asemeja a una enorme pista de hielo.

Aquellos que siempre han soñado con dar un paseo en áreas arqueológicas interesantes deben ir al distrito de Chatal-Huyuk. 

En este lugar había una gran ciudad en este sitio,  la cual los investigadores ahora vinculan una gran cantidad de hechos increíbles. Numerosas excavaciones dan testimonio del hecho de que durante la existencia de la ciudad, ninguno de sus residentes murió de muerte violenta. Ahora en el área arqueológica, puedes ver fragmentos de edificios antiguos. En las paredes de algunos de ellos, se han conservado fragmentos de pintura.

 

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